“Hay un dicho: el que educa a la mujer educa a toda la nación”

Christiane Kadjo nació en Costa de Marfil, donde cursó en centros públicos todos sus estudios hasta licenciarse en Comercio y Ciencias Empresariales. Trabajó en distintos países europeos pero, finalmente, optó por volver a su tierra natal, donde preside la ONG Educación y Desarrollo, que tiene como meta cambiar y mejorar la sociedad de su país a partir de la mujer, por lo que se centra en la formación de las marfileñas.
Has desempeñado cargos importantes en el extranjero, ¿por qué dejaste todo por la mujer marfileña?
La decisión responde a una preocupación por el futuro de mi país. Como bien ilustra ese dicho de mi tierra: el que educa a la mujer educa a toda la nación. Por otra parte, yo he tenido mucha suerte porque durante los años de prosperidad de mi país pude estudiar. Hoy pienso que, frente a la ‘huida de cabezas’, hacen falta personas que se queden en casa para ocuparse del país, que ha pasado por una situación de crisis y está queriendo volver a la normalidad. Pienso que es de justicia devolver, aunque sea muy poco, toda esa inversión, tanto de mi familia como del país, en mi propia Educación.
¿Qué hacéis exactamente en la ONG?
Nos dedicamos a dos sectores esenciales para el desarrollo de la persona y de la sociedad: la Educación y la sanidad. En el terreno educativo trabajamos a través de programas de formación de diversa índole: humana, profesional técnica y seguimiento de las mujeres para que tengan una participación efectiva en la vida social del país.
¿Cómo desarrolláis vuestra labor educativa?
Tenemos distintos centros repartidos por el país. La Escuela de Formación “Yarani” prepara en técnicas de hostelería, cocina y repostería, auxiliares de sanidad, técnicas de gestión de empresas, economía familiar y alfabetización funcional. El Centro de Formación Permanente“Eventail” realiza ciclos cortos de formación en el hogar, cursos de higiene, dietética, nutrición… y actividades de promoción humana y social para mujeres de ambientes desfavorecidos. Por otro parte, el Centro de Capacitación para la Mujer “Okassou” ofrece Formación Profesional en cocina y pastelería, contabilidad funcional, alfabetización, actividades para desplazadas de guerra y proyectos de promoción social en el medio rural. Por último, también hacemos, con otras asociaciones marfileñas, seminarios sobre derechos humanos, sanidad, etc.
¿Cuál es la situación educativa de las mujeres de Costa de Marfil?
Las que tienen medios estudian en centros privados, dentro del país o fuera. Por lo que se refiere a la escuela pública, en principio está abierta a todos. Durante los años de prosperidad –entre 1960 y 1985– se ofrecía un buen nivel de Educación en los centros educativos públicos. No eran del todo gratis, sino que se pedía una pequeña contribución a los padres, pero estos gastos se han convertido en un verdadero problema por la crisis económica y la inestabilidad política. Tampoco ha habido una evolución en las infraestructuras y existe mentalidad discriminatoria.
¿Qué objetivos tienen vuestras alumnas?
Ofrecemos a todas la posibilidad de recibir una formación adecuada a sus capacidades intelectuales, así como formación a nivel personal con nociones de ética humana y profesional. La idea es que unas consigan trabajo en empresas u organizaciones y que otras monten su propio negocio, una microempresa. De esta manera se sostendrán a sí mismas y a sus familias, y saldrán del sector informal contribuyendo al de-sarrollo del comercio local. Más allá de las escuelas, los ciclos cortos de formación y los cursos facilitan también la emancipación de la mujer.
Tú defiendes la Formación Profesional porque crees que con la alfabetización no es suficiente.
Claro, es cierto que formar es algo, pero hace falta que las mujeres que formamos se inserten en la sociedad y den ejemplo de que es posible, con esfuerzo personal, contribuir a su propio sostenimiento y ayudar a la economía nacional, aunque sea empezando por un nivel muy sencillo. En mi país hay un dicho: dar de comer un pescado a un niño es bueno, pero mejor es enseñarle a pescar. Y es aquí hacia donde apuntamos. Aprender a través de una enseñanza técnica, pero, sobre todo, ayudar a desarrollar virtudes, a cambiar de comportamiento, a salir de una mentalidad encerrada en sí misma, con pocos ambiciones. Lo que queremos es que cada alumna desarrolle hábitos que se puedan transmitir a las demás personas que viven en su entorno familiar o en su comunidad y que pueda ser un punto de referencia.
Te he oído decir que cuando las mujeres aprendan a trabajar seriamente podrán impulsar el país, ¿cuándo se convertirá en realidad esta afirmación?
Cuando se miran las cosas con perspectiva se puede decir que esta transformación de la sociedad que ansiamos no es un sueño para dentro de muchísimos años. Si echo la mirada atrás, puedo afirmar que se han logrado muchas cosas que constituyen un buen fundamento para tener esperanza en un futuro mejor. Entre las profesionales que han salido de nuestros centros, hay varias que tienen puestos de responsabilidad desde los cuales podrán influenciar positivamente en la toma de decisiones.
¿Tenéis algún convenio con empresas del país?
Si, y gracias a las prácticas muchas alumnas han conseguido un empleo al terminar.
¿Tenéis muchas alumnas que quieran abrir su propia microempresa?
Nos costó abrir brecha, pues había que inculcarles una mentalidad empresarial y no fue fácil. Ahora, de cada promoción, por lo menos un tercio consigue empezar una actividad con la ayuda de un fondo rotatorio que se les otorga, más una contribución personal.
A mucha gente, del llamado primer mundo, parece que le cuesta digerir que África progrese.
Es importante cambiar la mentalidad, tanto en África como en el primer mundo. África es el continente del futuro porque es un continente joven, lleno de riquezas naturales, culturales… Tiene mucho que aportar a los demás continentes, quiere compartir esta riqueza que le ha dado Dios. No quiere solamente recibir, que sería empobrecerse a sí mismo, porque tiene muchísimo que dar. Pero, para ello necesita salir de la ignorancia mediante una Educación a todos los niveles. En nuestra ONG tenemos la convicción de que esto se puede lograr gracias a la mujer, que es el factor indispensable para ese necesario cambio de mentalidad de nuestras sociedades.
¿Cómo podemos colaborar desde España?
De la manera que a cada uno le resulte posible, todo lo que contribuya a esta Educación efectiva será bien acogido. Estamos abiertas a cualquier idea, sugerencia… Se pueden poner en contacto con nosotras en kceduca@afnet.net.

Datos de interés
Políglota
Hablo mi lengua materna, que es propia del grupo étcnico Akan, también el francés, idioma oficial de Costa de Marfil, y el inglés y el español, que los aprendí en el colegio y profundicé en ellos por mi profesión.
Financiación
La mayor parte la conseguimos de ayudas del extranjero: financiación de proyectos, becas de escolarización,voluntariado, etc. También pedimos ayudas locales que llegan como donativos y subvenciones.
Mujeres formadas
De las escuelas se han beneficiado más de 6.000 mujeres.
Principales problemas
En la ciudad hay abandono escolar, violencia en distintas formas, prostitución, desigualdad de género, etc. En las zonas rurales a esto se suman las condiciones de vida precarias y el analfabetismo.
Curiosidad
Muchas veces nos han pedido que trabajemos con los hombres por el interés que tienen en nuestra formación, pero los hemos orientado hacia otras asociaciones marfileñas.
Guerra civil
Fue difícil, pero trabajamos gracias a la comprensión de voluntarias y profesores.