UGT rechaza el área única educativa y el nuevo baremo que comienza el día 18
La consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, comparece en el pleno de Asamblea de Madrid para explicar el proceso de escolarización en el curso 2012-13 tras la puesta en marcha del área única educativa, a petición del Grupo Socialista. El nuevo baremo de admisión de alumnos avanza hacia una promesa que hizo Esperanza Aguirre antes de las últimas elecciones autonómicas, cuando propugnó que los padres podrán elegir libremente el colegio de sus hijos independientemente de la zona donde residan.
Antes se daban cuatro puntos por zona de influencia al domicilio o lugar de trabajo, dos por ubicarse en la zona limítrofe y cero para las demás zonas, mientras que ahora todas las familias, independientemente de dónde vivan o trabajen, sumarán puntos por domicilio en cualquier centro que soliciten de la región. El nuevo baremo eleva hasta ocho los puntos por tener algún hermano ya matriculado en el centro o que trabaje en él uno de los padres, y otorga dos puntos a las familias que reciban la Renta Mínima de Inserción.
Para UGT, Madrid se ha convertido en un "laboratorio de pruebas" de las reformas educativas tras "aprobar un cambio en el baremo de la escolarización que hace desaparecer el criterio de proximidad de domicilio, convirtiéndose en distrito único educativo, como ya ocurre en el ámbito sanitario". A ello se suman medidas como "la especialización curricular de los centros, llevada a cabo a través de los centros bilingües, los bachilleratos de excelencia o los Institutos Tecnológicos, la cesión del 35% del currículum a los centros, la clasificación por estrellas", señala UGT en una nota.
Las relaciones sociales en las edades tempranas son básicas para el desarrollo de la personalidad, y "un sistema de elección de centro que elimina la zonificación no puede garantizar el criterio de integración y cohesión social pues potenciará que los alumnos salgan de su entorno", afirma UGT, que "considera fundamental primar la proximidad al domicilio familiar o laboral". Los bachilleratos y aulas de excelencia, así como la publicación de 'ránking' de centros, son medidas "tendentes a segregar a los alumnos por capacidades o por cuestiones de carácter socioeconómico" y responden a criterios de competitividad de los centros, según el sindicato.
UGT defiende que la escolarización en todos los centros docentes sostenidos con fondos públicos tiene que "conseguir la mayor calidad educativa con respeto a los principios de equidad, igualdad, integración y cohesión social". Así, "deberían centralizarse las solicitudes de matriculación por localidad, barrio, distrito o zonas, mediante la creación de oficinas de información, comisiones de escolarización, que eviten el desvío de cierto alumnado por parte de algunos centros", continúa la nota.
UGT también rechaza "otra novedad significativa" del baremo como es "la incorporación del expediente académico como un criterio prioritario de admisión de alumnos" que quieran cambiar de centros públicos de Bachillerato, porque "va a provocar la segregación escolar". Este cambio "ni siquiera pasó el trámite de debate en el Consejo Escolar de la Comunidad, dado que no figuraba en el borrador de la Orden que presentó la Administración", según UGT.
FETE- UGT defiende que "la escolarización equilibrada en todos los centros sostenidos con fondos públicos", así como "la obligación de todos los centros de aceptar a los alumnos sin ningún tipo de traba por razones del ideario de centro". Además, rechaza las medidas que en la práctica "provocan la segregación del alumnado por capacidades o por cuestiones de carácter socioeconómico y responden a unos criterios basados en la competitividad entre los centros".