Asesoría para el Éxodo Urbano, un proyecto de aula que se hace real

Me presento, soy profesora de ESO de la especialidad de Organización y Gestión Comercial. Trabajo desde el año 2000 en el IES “Clara del Rey” (Madrid). Además de cumplir escrupulosamente la programación de los módulos que me corresponden, intento no hacer monótono el día a día en el aula. En ocasiones, los alumnos se muestran reticentes a participar en actividades nuevas, pero con perseverancia acaban involucrándose.
Un día cualquiera de enero estaba en casa y recibí una llamada de CECE para decirme que uno de los proyectos que presenté al concurso Emprendedores desde la Escuela había ganado el cuarto premio autonómico. En mi caso, como muchos profesores, cada año imparto módulos diferentes con lo que ello entraña de actualización, estudio, preparación… Así, el curso pasado me correspondió el módulo de Políticas de Marketing del ciclo de grado superior de Gestión Comercial y Marketing, que incluye la realización del Plan de Marketing. Vi entonces las bases de un concurso organizado por CECE patrocinado por IESE Business School. Pensé que se adaptaba bien a los contenidos del módulo y que podría resultar interesante para los alumnos. Al día siguiente propuse en clase que los proyectos que estaban haciendo los enviáramos al concurso, adaptándolos para que se ajustaran a las bases. Les di unos días para que pensaran en esta propuesta de creación de un negocio innovador y viable, y, finalmente, se formaron tres grupos, lo que puedo considerar una buena aceptación de la propuesta:
-Good Wheels: empresa que pretende promover el deporte del skateboard en España comercializando patines y ruedas personalizados.
-Ecoguardería Para Mascotas: centro de cuidado de mascotas respetuoso con el medio ambiente.
-Asesoría Para el Éxodo Urbano: proyecto premiado cuya idea de negocio consiste en ayudar a urbanitas a instalarse en medios rurales, ya sea para vivir en el nuevo entorno o como segunda residencia.
La verdad es que, además del tiempo asignado al proyecto y a otras actividades prácticas en clase, todos, tanto los alumnos como yo, tuvimos que dedicar muchas horas extra a los proyectos, ya que la clase debía seguir su ritmo y no todos los alumnos se implicaron en el concurso. Día a día las iniciativas tomaron forma, surgían nuevas dudas, obstáculos, nervios por la cercanía de las entregas… El tutor que nos asignaron por parte del IESE Business School nos devolvía los trabajos haciendo puntualizaciones que se debían resolver, indicando análisis que faltaban, etc. Los alumnos aceptaban de buen grado los consejos y modificaban sus trabajos.
A principios de febrero tuvo lugar la entrega de premios dentro de una jornada para emprendedores cuyo lema fue Manejar la crisis marcando la diferencia. Cosas de la vida, algunos miembros del equipo ganador, ya graduados, no acudieron a recoger el premio. Ellos ya trabajan. El ideólogo de la idea no faltó, Jaime Barros Estévez. Él propuso la idea de negocio, buscó un equipo entre sus compañeros de clase para desarrollarlo, creyó en el concurso, cree en el negocio, y está ilusionado con llevarlo a cabo y ser empresario.
El premio ha conseguido ilusionar a otros compañeros del instituto, estudiantes de ciclos. Estos alumnos acudieron a la entrega de premios, escucharon a los participantes en las jornadas de emprendedores y quieren presentar sus propios proyectos. Es más, nos piden a los profesores que los inscribamos. Ahora pienso que algo ha cambiado, ya no les importa tanto el premio material, como sucedió cuando propuse esta iniciativa en clase. Es una oportunidad que debemos aprovechar porque su futuro laboral es difícil y no podemos frenar iniciativas de este tipo. Por eso he dicho a los alumnos que pueden contar conmigo aunque no estén en mi clase.
El responsable del proyecto ha conseguido un socio emprendedor con el que pretende iniciar su andadura. Está en contacto con una conocida revista de tirada nacional para hacer un reportaje sobre jóvenes emprendedores. A mí me han ofrecido difundir la experiencia en esta publicación, en el instituto nos hemos puesto manos a la obra para poner en marcha un Vivero de Empresas como parte del programa FPempresa que tendrá como primer ocupante el galardonado proyecto Asesoría Para el Éxodo Urbano.
Os aseguro que doy por bien empleadas las horas que he dedicado a esta actividad y a otras tantas. Cumplir los objetivos de la programación es fundamental, pero afianzar contenidos por medio de actividades varias hace más ilusionante mi trabajo diario, así que voy a ayudar a nuevos grupos de alumnos a presentar sus negocios en la nueva edición del concurso.

Montserrat Cabrerizo
IES “Clara del Rey” de Madrid