La Educación Ambiental para aprender a valorar el trabajo

Un día de la semana a partir de las 9 de la mañana los alumnos se zambullen en esta materia. El concepto de la práctica de estilo de vida se enmarca en la filosofía de que la Educación Ambiental es como un caracol “lenta, pero va dejando el rastro”.

Desde el inicio de nuestra aventura el Colegio puso en marcha un huerto escolar con un pensamiento ecologista de sus verduras. La primera clase ambiental que tuvo el centro se realizó gracias al trabajo de los padres y madres, y posibilitó la instalación de un semillero, un huerto y un invernadero. La construcción de un moderno centro educativo facilitó después la instalación de un nuevo huerto y el desarrollo de un proceso educativo realizado por un grupo de colaboradores escolares: con peritos agrícolas y biólogos se realizó la adecuación de un bosque mediterráneo y la concretización de un jardín aromático.

Todas estas acciones se plantean dentro de nuestro proyecto educativo Nuevos Tiempos, Nuevos Retos, en donde el alumno realiza semanalmente una hora de Educación Ambiental en actividades, dentro del proyecto Educando en Verde. Esa inquietud hacia acciones encaminadas a la solidaridad sirvió para poner en marcha una cooperativa con el objetivo de que todos los alumnos se convirtiesen en socios cooperativistas. Cada uno de los estudiantes puso un capital social de un euro para iniciar el camino de esta cooperativa. En el proceso inicial se constituyó una junta directiva formada por un alumno de cada curso y de la que salió elegido el presidente de la cooperativa.

La finalidad más importante es la explotación del huerto escolar: desde su acondicionamiento hasta la recolección de las hortalizas. Durante el curso escolar hemos realizado dos plantaciones diferentes utilizando siempre plantas ecológicas y nunca introduciendo pesticidas ni otros elementos químicos. El proceso de conservación ha sido natural y hay que destacar la utilización de paja como abrigo natural.

Los productos obtenidos en el huerto escolar son vendidos a la empresa que gestiona el comedor, y cada dos años la cooperativa reparte beneficios con sus socios. El reparto es distribuido en un 50% para los alumnos y otro 50% destinado a Unicef. El planteamiento inicial de la cooperativa escolar es trabajar el ahorro, la solidaridad y la valoración del esfuerzo realizado generación tras generación por los agricultores.

El concepto de esta cooperativa no queda plasmado en la actividad del huerto, sino que entra dentro de otras acciones, como la confección de jabones y la creación de un perfume. Cerca del centro educativo se sitúa un monte donde sus plantas aromáticas son utilizadas para obtener un perfume para su comercialización en el próximo curso. La valoración de esta cooperativa es muy importante en este curso que celebramos el Año Internacional de las Cooperativas; nuestra misión es Educar para fabricar ciudadanos.

Durante este curso estaremos de celebración porque el proyecto cumple 25 años, una iniciativa que ha hecho de la Educación Ambiental un estilo de vida. En este cuarto de siglo este proyecto ambiental ha posibilitado la publicación de nuevos materiales curriculares. Un total de 90 son los que han sido editados por el “Manuel Riquelme” y, de entre ellos, hay que destacar el cuaderno del explorador para la clasificación de las distintas hortalizas.

Esta concepción ecología del trabajo del centro se cimienta también en que los alumnos del comedor la fruta que comen es ecológica y el centro realiza cada año unas jornadas de comida ecológica en donde expertos diferentes y cocineros hacen realidad una vida saludable.

Joaquín Marza Mercé
Colegio Público “Manuel Riquelme” de Hurchillo (Alicante)