“El sistema dual alemán no puede trasladarse igual a otros países”

Kornellia Haugg es bávara y tiene el pelo rojo. Nacida en 1960 en Günzburg, lleva desde 1989 vinculada al Ministerio Federal de Educación e Investigación para la Educación (BMBF) en asuntos de política educativa y temas estratégicos. Directora del departamento de Educación para el Empleo del BMBF desde 2006, esta licenciada en Ciencia Nutricional y Economía del Hogar asegura que no es “orgullo” lo que siente por la Formación Profesional dual, sino “satisfacción de que los jóvenes obtengan una cualificación segura y estable que les de acceso a buenos puestos de trabajo y que se reduzca considerablemente el riesgo de desempleo”.

¿Cuáles serían, desde su punto de vista, las principales ventajas e inconvenientes del sistema de formación dual?
El aprendizaje combinado en la empresa y en el centro de Formación Profesional es un factor fundamental de la fuerza económica de Alemania. La tasa de desempleo juvenil más baja de Europa, las excelentes opciones de inserción laboral tras los estudios y la buena reputación de que goza la Formación Profesional dentro de la sociedad avalan el mantenimiento del sistema dual como pilar fundamental del modelo educativo alemán. Pero también hay retos como integrar a jóvenes con discapacidad o con trasfondo migratorio y facilitar el paso de la Formación Profesional a la enseñanza superior.

¿A qué retos futuros se enfrenta sus sistema de Educación dual?
La población de Alemania está disminuyendo y envejeciendo. Una consecuencia es que ya no se cubran las plazas de formación en empresas. Paralelamente se registra un notable aumento en el número de nuevos estudiantes y el sistema dual debe hacerse aún más atractivo para continuar garantizando mano de obra especializada.

¿Qué hace que el sector privado alemán, que aporta la Seguridad Social, seguro de desempleo y jubilación de los aprendices, además de su remuneración, lo haga tan alegremente?
Esos costes se suelen rentabilizar durante la propia etapa formativa o a medio plazo. Los aprendices son seleccionados por las empresas. Además, durante la formación ya son productivos y luego los empresarios apenas tienen gastos de selección de mano de obra especializada y gozan de elevada reputación social como empresas que ofrecen formación práctica. Por otro lado, los aprendices también ganan en valor añadido dentro de la empresa, de tal forma que los costes netos son notablemente inferiores a los costes brutos.

¿Es el modelo de formación dual alemán exportable a países tan diferentes como puede ser España?
El sistema dual alemán no puede trasladarse igual a otros países. No obstante sí pueden exportarse los principios del sistema dual, tanto a nivel institucional como organizativo. Como, por ejemplo, una cooperación temprana entre los centros de enseñanza y el sector privado; o una considerable ampliación de las prácticas en empresas para escuelas de Formación Profesional a jornada completa. Pienso también en prácticas y cursos formativos para profesores e instructores y en la asunción de responsabilidad formativa por parte de cámaras de artesanía, industria y comercio. Pero al mismo tiempo también me refiero a la creación de institutos de Formación Profesional como plataforma para la concertación de una Formación Profesional orientada a la práctica.

Los datos dicen que su sistema de formación depende mucho del ciclo económico, bajando en los momentos de dificultades las ofertas de formación.
La Formación Profesional dual proporciona una Educación adaptada a las necesidades del mercado laboral y orientada en la demanda de la economía. A lo largo de las distintas fases del ciclo económico ha demostrado ser un pilar estable. Evidentemente, en los períodos de debilidad económica también se han registrado descensos en la oferta de puestos de formación práctica en empresas, si bien hemos podido compensar esta carencia ampliando la oferta educativa y formativa que recibe ayuda pública. Por otro lado, el Pacto Nacional de Formación tiene la vocación de detectar pronto las necesidades de adaptación y, en vista del descenso demográfico, no veo que peligre la oferta formativa en caso de que asistamos a futuros periodos de debilidad económica.

Algunos sindicatos han comentado que ciertas empresas no contratan a sus aprendices para beneficiarse de la mano de obra barata y otras no les forman aunque se benefician del sistema. ¿Cree que estas críticas son correctas o son comentarios vacíos?
La cultura del aprendizaje está muy arraigada en el sector artesanal e industrial, y en ocasiones ofrecen formación específica destinada a cubrir su propia demanda. Ni el aprendiz tiene la obligación legal de permanecer en la empresa tras la formación ni la empresa debe contratarle. También es verdad que hay otras que ofrecen formación y prefieren optar por la contratación de personas poco cualificadas, pero teniendo en cuenta la demanda alemana de mano de obra cualificada, las empresas saben que solo tienen futuro económico contando con jóvenes que dispongan de buena formación. El mercado laboral para personas poco cualificadas seguirá contrayéndose.