La secretaria de Estado de Educación asegura que la reforma no será costosa aunque no ha precisado una cifra

En un desayuno informativo de Executive Fórum, la secretaria de Estado no ha querido dar cifras y se ha limitado a explicar que "no es una reforma costosa" porque tiene elementos de racionalización al "centrar el esfuerzo en las asignaturas instrumentales" y en la compactación de opciones, "que suponen un gran ahorro". "Ello compensa, en parte, los costes ligados a los cambios en FP, sobre todo ese año de anticipación en la elección entre FP y Bachillerato" y la implementación de las evaluaciones, que establece la reforma en distintos ciclos.

La número dos del Ministerio ha destacado que el Gobierno pretende "disminuir la tasa de abandono educativo temprano –situada en el 26,5 por ciento– y conseguir atraer más estudiantes hacia la Formación Profesional". "Si conseguimos que una parte de esos chicos vayan a la FP, que es un tipo de formación que al ser más práctica y aplicada es más costosa que la académica, los costes aumentarán", ha dicho. Por ello, según Gomendio, "cuando más exitosa sea la reforma en esos términos más coste tendrá, pero será un coste gradual en los próximos años, a medida que modificamos el tráfico de estudiantes hacia las distintas trayectorias".

En este sentido, ha explicado que sólo el 30 por ciento de los jóvenes eligen Formación Profesional "porque está muy desprestigiada", aunque luego titulados universitarios "que se encuentran con la decepción de que no encuentran empleo" hacen un ciclo de FP de Grado Superior "para obtener una formación práctica que les da acceso a un empleo". Para la secretaria de Estado el nuevo sistema pretende promover un cambio "tanto en la forma de enseñar, como en la forma de aprender de los estudiantes". "Una de las debilidades del sistema, es que es anticuado y muy compartimentado, donde los profesores de unas asignaturas no tiene relación con las de otras y todo se estudia de forma rígida; deben aprender a relacionar unas cosas con otras".