“El uso de simuladores podría sustituir en el futuro a las prácticas en empresas”

Nogués explica en esta entrevista cómo los simuladores empresariales suplen las carencias de los alumnos en cuanto a prácticas en empresas.

¿Cómo surge esta competición y con qué finalidad?
El Young Business Talents (YBT) surge cuando Praxis decide ir más allá de su público habitual (universidades, escuelas de negocios y empresas). Vimos que podíamos ofrecer nuestro simulador empresarial, de forma gratuita, a los estudiantes durante una competición de cuatro meses. Lo que logramos es un bien social, porque, aparte de formarse en el ámbito empresarial, también se fomentan valores como el trabajo en equipo, la organización, la tenacidad, la competencia sana… Esto es importante para cualquier profesional a lo largo de su vida.

También lo empiezan a usar algunos centros escolares.
Sí, llevamos tiempo con profesores de centros que lo utilizan pagando la licencia. Son pocos porque es complicado introducir este gasto en un presupuesto escolar, por eso se lo ofrecemos sin costes en este certamen.

¿Cuál es el grado de realismo de este simulador?
Es un sistema que emula una realidad empresarial, un mercado real. Por lo tanto, les lleva un paso más allá de lo que es la teoría. Aquí tienen que dirigir realmente una empresa; parten con un capital social y una empresa definida. A diferencia de hacerlo en una empresa real, donde hay unas consecuencias y un riesgo, aquí la ventaja es que te estás entrenando sin ningún riesgo.

¿Qué les aporta a estudiantes sin muchos conocimientos en economía?
Primero, que es muy fácil de gestionar y todo es por internet. Y luego está que, al ser su primer contacto, la empresa muestra la práctica de la teoría que ven en clase. Ven su propio balance y cuenta de resultados, ven la función del marketing, de los recursos humanos, etc.

¿Las empresas valoran que sus futuros trabajadores hayan empleado este tipo de herramientas?
Cada vez más. La simulación en España está todavía poco extendida, pero no es así en otros países donde valoran que aparezca en el currículum que los han usado. De hecho, a los semifinalistas y a los finalistas del YBT les damos un diploma acreditativo. La falta de práctica y experiencia es una carencia que tienen los jóvenes al incorporarse al mercado laboral, y con esta simulación se suprime.

En el futuro ¿podría ser el sustituto de las prácticas en empresas?
Perfectamente. Este sistema facilita que todos hagan prácticas ya que es complicado buscar a todos una empresa. De hecho, cuantos más equipos tenga un colegio en el YBT más alumnos pueden hacer prácticas. Hay colegios como el “Nuestra Señora de la Merced”, de Burgos, o el “Viaró”, de Barcelona, que han presentado hasta 25 equipos.

¿Pueden surgir vocaciones empresariales de este concurso?
Precisamente es uno de los objetivos de la competición, que conozcan el mundo empresarial. El 30% de los alumnos que participan en este certamen no saben qué estudiarán en el futuro. Esta herramienta les permite saber si les gusta o no la empresa. Y si lo ven, estamos evitando un futuro fracaso.

¿Qué carencias ven en el sistema educativo respecto a la formación empresarial?
Que debería haber más prácticas. Tenemos muchos clientes en el ámbito universitario, pero introducir estas prácticas simuladas a esas alturas puede que sea tarde. Hay que introducirlas antes, sobre todo para ver si tienen vocación o no. No podemos esperar a que empiecen la universidad para ver si esto es lo suyo.