El Gobierno constata que existen diferencias esenciales con los grupos políticos
La semana pasada, el ministro Wert continuó los contactos con los grupos parlamentarios sobre la reforma educativa. La primera de las reuniones fue con el portavoz de Educación de Foro Asturias, Enrique Álvarez Sostres. El diputado propuso que el Bachillerato sea de tres años para que los alumnos tengan “una base más madura antes de pasar a los estudios superiores”. Foro Asturias, al igual que PP y UPN, presentará enmiendas parciales pero no a la totalidad de la Lomce, frente a los demás partidos de la oposición que sí lo hicieron el pasado día 18, después de que la Cámara baja ampliara en una semana su plazo de presentación.
Para el portavoz de Foro Asturias, la Lomce solo presenta “cambios tímidos”. Además de aumentar un año en Bachillerato, Foro Asturias es partidario también de que la Primaria comience a los cinco años, y que esta etapa dure siete cursos en lugar de los seis actuales. Sostres también se refirió a la necesidad de que la Lomce salga adelante “con los mayores apoyos y con espíritu de permanencia”, y que sea una realidad el Estatuto docente.
Sobre la reunión con el portavoz de CiU, Martí Barberà, el Ministerio ha señalado que en se pusieron de manifiesto “las diferencias entre ambas partes en tres puntos esenciales: el sistema de evaluaciones, el uso del castellano y las lenguas cooficiales en la enseñanza y la nueva distribución de competencias en cuanto a las asignaturas”.
El Ministerio ha insistido en que la Lomce “cumple las sentencias del Tribunal Supremo y el Constitucional” en lo que se refiere al uso del castellano y las lenguas cooficiales en la enseñanza, “mientras que CiU considera que en Cataluña cumplen sus obligaciones constitucionales a través de la atención individualizada contra el criterio de numerosa jurisprudencia”.
Para Barberá, el objetivo de Wert es ir contra el “modelo que existe en Cataluña” al querer, por ejemplo, que se pague la escolarización en centros privados a aquellos alumnos que no tengan la posibilidad de estudiar en castellano como lengua vehicular en las comunidades con lengua cooficial.
En las reuniones con los representantes de ERC y de Amaiur no hubo tampoco avances, al igual que ocurriera la semana anterior con PSOE e IU.
El rechazo a la Lomce se ha plasmado esta semana en un documento firmado por PSOE, Izquierda Plural, CiU, PNV, Coalición Canaria, ERC, Compromís y Gero Bai, los sindicatos CCOO, UGT y STES, así como la Ceapa, y en él proponen un decálogo de argumentos en contra de la reforma.
Los firmantes del texto –tras constatar la incapacidad del Gobierno para llegar al consenso– concluyen pidiendo la retira del proyecto de ley y la apertura de un proceso de diálogo “real”, ya que consideran que hasta ahora no ha existido.
10 razones para rechazar la Ley Wert
- Incapacidad del Gobierno para buscar el consenso
Incapacidad del Gobierno para buscar consenso en materia de Educación que pueda dar estabilidad a nuestro sistema educativo, despreciando a la comunidad educativa y a los interlocutores sociales y políticos con los que nunca se contó salvo para pedir su adhesión al proyecto de ley.
- Contrarreforma segregado e intervencionista
Instrumentaliza las legítimas aspiraciones de mejora del sistema educativo para imponer una contrarreforma segregadora e intervencionista, que resulta inútil para resolver los problemas reales de la Educación.
- Dudosa financiación y memoria económica
Carece de memoria económica creíble y suficiente y deja a una dudosa financiación europea la cobertura de los créditos que genera la reforma.
- Promueve la segregación temprana del alumno
Conculca el principio de igualdad de oportunidades al producir segregación temprana, permitir la publicación de rankings y favorecer la exclusión del alumnado con dificultades.
- Evaluación con efectos punitivos
Promueve un sistema de reválidas con efectos punitivos en vez de formativos, que alienta la desconfianza hacia el profesorado y limita la formación integral del alumnado.
- Clasificación arbitraria de asignaturas
Devalúa el sistema de FP, necesitado de impulso y respaldo, y organiza una clasificación de asignaturas arbitraria, con una ordenación académica incongruente y antipedagógica que deja fuera del currículo importantes áreas formativas como la EpC y otras imprescindibles para la formación integral del alumnado.
- Contra el modelo de inmersión lingüística
Niega la diversidad lingüística de las comunidades autónomas con lengua propia y atenta contra el modelo de inmersión lingüística que garantiza el conocimiento del catalán y el castellano al finalizar la formación y que ha sido fundamental para la cohesión social y la convivencia lingüística en Cataluña.
- Recentralización de la Educación
Impone la recentralización educativa al promover un cambio en la distribución de las competencias y otorga al gobierno del Estado el total control de ciertas áreas estructurales y una mayor capacidad para determinar el currículo y las nuevas reválidas.
- Limita la participación de la comunidad educativa
Limita la participación de la comunidad educativa al vaciar de competencias los consejos escolares y postula una autonomía de los centros intervencionistas respecto a las condiciones laborales de los trabajadores.
- Instala un modelo elitista de la Educación
Lesiona la acreditada equidad de nuestro sistema educativo público sin mejorar la calidad e instala un modelo educativo elitista, economicista e impropio de un Estado aconfesional.