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Evaluaciones: "Más vale un mal día que una mala vida"

La secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, defiende las evaluaciones de la reforma educativa como la mejor forma de detectar los problemas, y niega que ello frustre a los alumnos si las hacen mal, pues es "mejor tener un mal día que una mala vida" sin acceso a un empleo.

MagisnetLunes, 17 de junio de 2013
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En una entrevista con EFE, Gomendio ha repasado los principales pilares del proyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), asegurando que en el trámite parlamentario están dispuestos a consensuar dichos fundamentos básicos y acordar que «la parte ideológica pueda cambiarse en el futuro».

¿Se puede llegar a un acuerdo de mínimos sobre la Lomce con la oposición para que no se cambie el modelo educativo cada vez que varíe el partido del Gobierno?
Vamos a intentar, por el bien de toda la comunidad educativa, llegar a un acuerdo de mínimos y no tener la situación que el PSOE nos plantea de rechazo frontal, negativa a debatir cualquier punto y con la amenaza de derogarla si llegan al poder. Podríamos llegar a un acuerdo en cuanto a los pilares -que no tienen ningún contenido ideológico porque están basados en la evidencia de estudios internacionales- y acordar que la parte ideológica podría cambiarse en el futuro si hubiese un cambio de Gobierno, sin necesidad de arrastrar una transformación de todo el sistema educativo. Esta propuesta nos parece razonable pero nos hemos encontrado con que la mayor parte de los grupos entienden la educación como un tema ideológico al cien por cien y no tienen ningún margen de maniobra a la hora de dialogar con nosotros.

¿Cuáles son esos pilares no ideológicos de la Lomce?
La modernización de la FP, el establecimiento de evaluaciones externas y homogéneas en todo el territorio nacional, la nueva configuración de asignaturas que supone un redefinición de las competencias del Estado y de las CCAA y, finalmente, el dotar de mayor autonomía a los centros que iría unido a más rendición de cuentas y más transparencia.

¿Hay posibilidad de cambiar la fórmula de incluir en la Lomce la Religión con una asignatura alternativa?
Ahora empieza el trámite parlamentario, luego las posibilidades ‘haberlas hailas’, la cuestión es que nos hagan propuestas concretas. Pero es obligatorio por un acuerdo con la Santa Sede vigente desde 1979, y que nunca se ha planteado modificar ningún Gobierno, ni el socialista, ofertarla con una alternativa. La Religión no es, por tanto, obligatoria ni tampoco está la palabra católica en nuestra propuesta, hay varias religiones por las que se pueden optar.

CiU y ERC sostienen que la Lomce quiere definir el modelo lingüístico en Cataluña. ¿Es así?
Se parte de una distorsión de lo que nosotros decimos. Se insiste mucho en interpretar que lo que afirmamos es que tiene que haber colegios que enseñen solo en castellano y no lo decimos, no es nuestra competencia. La Lomce recoge las sentencias del Tribunal Constitucional que dicen que es competencia de las autonomías el proceso de normalización lingüística, decidir la proporción razonable que se enseña en castellano y en la lengua cooficial, y nuestra competencia es garantizar que las familias puedan elegir entre ambas lenguas como vehicular de la enseñanza. Ni entramos a definir el modelo lingüístico, ni criticamos ningún modelo lingüístico ni entramos a decidir cuál es esa proporción razonable.

¿Qué responde a aquella parte de la comunidad educativa que asegura que la reforma dañará a la escuela pública y que es mercantilista?
La primera es una crítica tan general y demagógica que no hemos conseguido nunca que precisen qué medida entienden que daña a la escuela pública y así es difícil entrar en un debate constructivo. La Lomce va a beneficiar a la pública, a la concertada y a la privada, a todas por igual. Y, por el simple hecho de que más del 70% de nuestros estudiantes van a la escuela pública, la va a favorecer más. Sobre que la reforma es mercantilista, planteamos que hay un desajuste muy grande entre nuestro sistema educativo y el tipo de formación que requiere el mercado laboral y, por lo tanto, entendemos que la educación debe acercarse a las necesidades del mercado laboral y así contribuir a disminuir la altísima tasa de desempleo juvenil –57%–.

¿Cree que los socialistas están legitimados a criticar la reforma si las malas tasas educativas actuales se producen con leyes aprobadas por ellos?
Que el PSOE quiera defender un modelo que se aprobó en 1990 con la Logse porque es un modelo propio y una fortaleza que quieren defender, pues no lo entiendo, porque entonces sería una postura política y muy ideológica que estaría haciendo un flaco favor a lo que necesitan nuestros estudiantes en este momento, que es un sistema educativo que les dé un nivel de formación mucho mejor y que no excluya a uno de cada cuatro estudiantes a los 16 años.

¿Qué ventajas tendrán las evaluaciones externas y homogéneas para el sistema educativo?
Detectar de forma precoz los problemas y darles solución a tiempo, definir cuáles son los objetivos que los estudiantes tienen que cumplir al final de cada etapa e incentivar el esfuerzo. En este momento tenemos una disparidad enorme de resultados entre CCAA y hay que conseguir que los objetivos mínimos que exigimos a todos los estudiantes para las materias instrumentales sean comunes. El sistema actual está basado en ir con una venda en los ojos y no podemos seguir manteniéndolo, las evaluaciones nos van a dar a conocer una realidad y eso no va suponer que los centros en donde se vea que tengan más problemas vayan a quedar marginados. Las familias tienen derecho a saber en qué condiciones está el colegio donde llevan a sus hijos.

¿Qué respondería a las críticas sobre que las evaluaciones pueden llevar a algunos alumnos a la frustración?
Si mantenemos el sistema que no evalúa a los alumnos en ningún momento, y que no es capaz de darles soluciones a los problemas a tiempo, y uno de cuatro se queda en la calle, ese estudiante no va a tener un mal día, va a tener una mala vida, una dificultad enorme el resto de su vida para acceder a un empleo de una mínima cualificación.

¿Por qué es tan importante para el Ministerio modernizar la FP?
El pilar más importante de la Lomce es la reforma de la FP y poder atraer a más estudiantes. Ahora el 70% del alumnado elige el Bachillerato y el 30% la FP, lo inverso de los países con tasas de abandono escolar más bajas que nosotros, cifras que están asociadas también a tasas de desempleo juvenil más bajas. Hay que hacer la FP más atractiva a los estudiantes, que las familias entiendan que es una formación más práctica pero una vía más directa de acceso al empleo e igual de digna que una formación académica.

¿Se van a reducir las becas para el próximo curso como consecuencia de los nuevos requisitos propuestos?
Las becas suponen utilizar unos recursos que representan el esfuerzo de la sociedad, las hemos mantenido intactas y suponen el 70% del Presupuesto de esta Secretaría. Vamos a intentar que ese esfuerzo tenga un mejor rendimiento, que por cada euro que se destine a esa partida tengamos la mayor de las certezas de que se invierte en un estudiante que está dispuesto a acabar satisfactoriamente esos estudios. Se ha modificado cómo calcular la cuantía que le llega al estudiante, además de la parte fija –según renta y desplazamiento– habrá una parte variable, que dependerá de la renta y el rendimiento, es decir, a rentas más bajas y mejor rendimiento, mayor cuantía; es razonable y creo que lo entiende la sociedad.

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