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“La Lomce es una ocasión perdida para dar ayudas directas a las familias”

El director general de Acade defiende el bono escolar como el sistema más justo para las familias y advierte del descenso paulatino de matriculaciones en la Privada desde el año 2010, que llega hasta el 10% en los colegios y hasta el 50% en los centros infantiles.

Adrián ArcosMartes, 8 de abril de 2014
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Cree que “la Educación debe ser gratuita y obligatoria para los ciudadanos, no para los centros, y lo contrario pervierte el sistema”. Javier Hernández, director general de Acade, critica la Lomce por no de-sarrollar las ayudas directas a las familias para que puedan elegir el centro que quieran.

¿Cuál es la situación actual de la enseñanza privada?
La enseñanza privada ha sufrido mucho las consecuencias de la crisis. Es un sector muy vinculado al consumo porque los padres tienen que sufragar el 100% el coste. Es cierto que a un padre o una madre le resulta complicado cambiar a su hijo de colegio, no solo por el tema educativo, sino por el afectivo. Muchos padres han hecho un esfuerzo por continuar con noso-tros, pero algunos han tenido que buscar un colegio público o concertado.

¿Se ha notado más en algunas etapas?
El sector de la Educación Infantil ha sufrido más los efectos de esta crisis. Cuando uno de los padres no trabaja, se queda en casa con el niño y ya no lo lleva a una escuela infantil. Sin embargo, en los centros de idiomas sí que ha subido la matriculación, ya que muchas personas que se han quedado en paro han aprovechado para formarse en idiomas.

¿Qué porcentaje supone?
Es heterogéneo porque nuestros colegios no se sitúan en el centro de las ciudades, sino, generalmente, en núcleos residenciales. Ha habido un descenso paulatino en colegios de un 5 o 6% en los últimos años, sobre todo desde 2010. Cada año se ha notado más y el último ha sido el más duro con bajadas de hasta el 10%. En Infantil el descenso ha sido brutal desde un 30% a un 50%.

¿Qué tipo de familias eligen la enseñanza privada?
En Infantil, el público es muy heterogéneo. Son los padres que necesitan trabajar y tienen que llevar a sus hijos a algún centro, pero prefieren que no sea una simple guardería, sino que valoran más el tema educativo. En otros niveles, los padres eligen nuestros centros porque quieren unas condiciones educativas muy determinadas. Nuestros centros ofertan otras actividades, destacan por los idiomas, las enseñanzas artísticas o los laboratorios de ciencias. Los padres eligen un estilo educativo y unos valores. Unos padres tienen los medios necesarios y otros se tienen que sacrificar mucho.

¿Qué repercusiones tienen en la enseñanza privada las medidas que pone en marcha el Gobierno?
Por una parte, estamos sujetos a todo tipo de impuestos –estatales o municipales– como si fuéramos un establecimiento más, y no se reconoce nuestro carácter social. Impuestos como el IBI o el IVA no podemos deducirlos, y nos suponen unos costes enormes. Y lo que ha sido una auténtica injusticia es el nuevo régimen de cotización en el que se obliga a los centros a abonar como salario la gratuidad de los hijos de los trabajadores. Los costes empresariales suben un 31%, y para los trabajadores casi un 6% más. Esto significa, para un centro medio, entre 160.000 y 180.000 euros más al año. Nuestro sector no puede pagar este incremento.

¿Qué se va a hacer? ¿Hay posibilidades de frenarlo?
Estamos pendientes de una reunión con la ministra de Trabajo. Si finalmente tuviéramos que pagarlo, ya no podríamos dar la calidad actual y tendríamos que recurrir a despidos y a reorganizar nuestros centros. Habría centros que tendrían que cerrar.

¿Cómo afecta la Lomce a la enseñanza privada?
Para nosotros la Lomce es otra ocasión perdida para ofrecer soluciones educativas modernas. Estamos en contra de los sistemas que no ofrecen una financiación directa a la familia. El sistema más justo es el del bono escolar, que ya se lleva a cabo en otros países y por el que todas las familias pueden beneficiarse. Este sistema supone entrar en una gran competitividad porque los centros con mejores resultados son los que serán más reclamados por las familias y eso exige mucho esfuerzo y calidad. Hay colectivos que entienden que es mejor tener a alumnos cautivos, por la gratuidad, que tener a alumnos satisfechos porque lo que les estás ofreciendo es lo que realmente quieren.

¿Está implantado actualmente el bono escolar en nuestro país?
El bono escolar existe en Infantil con gran éxito en Canarias, la Comunidad Valenciana o Galicia. En otras etapas hemos tenido que optar por medidas más light como la desgravación fiscal. En alguna comunidad, como la de Madrid, existe hasta un tope de 900 euros que las familias pueden deducirse al año sobre los gastos educativos. Nosotros pedimos un incremento de esa cantidad y estamos intentando llevar esta iniciativa a otras comunidades como la Comunidad Valenciana o Aragón.


CENTROS INFANTILES ILEGALES

– Hasta el 50% en España
“Las administraciones están consintiendo que haya centros infantiles que no tienen autorización. Están denunciados pero no están haciendo nada porque son los propios municipios los que consienten esta situación. Hemos hecho una denuncia muy fuerte en la Comunidad Valenciana, ya que, por ejemplo, en Alicante el 80% de los centros son ilegales. Pero ocurre en toda España, donde el 50% de las empresas pueden ser ilegales”.

– Competencia municipal
“Es competencia del ayuntamiento, que es el que debe precintar el centro. Incluso, algunos centros ilegales están cobrando 400 euros. No tienen docentes titulados, ni las instalaciones necesarias ni cumplen las normas de seguridad. Hay niños de uno y dos años que están en garajes –que incluso lo denuncia la propia Policía–, casi sin calefacción y con una señora de 85 años cuidándolos. Y lo estamos denunciando sin obtener respuesta. Nos hemos reunido con concejales que nos dicen que los padres pueden elegir libremente”.

– Niños en peligro
“Se pone en peligro la vida de los niños, con más probabilidades de que ocurran accidentes y, desde el punto de vista educativo, estamos perdiendo a miles de niños que hubieran podido gozar de un sistema de atención temprana”.

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