Los jóvenes siguen creyendo en el valor de la familia

El Consejo de la Juventud de España recibió a estos 17 adolescentes, que habían sido elegidos en sus respectivas comunidades, donde habían trabajado en sus centros escolares el material educativo Párate a pensar, que en en este curso escolar ha llegado a 75.600 alumnos y se ha centrado en la familia. Los 17 elegidos se reunieron en Madrid para compartir las conclusiones alcanzadas en sus respectivas comunidades. En esta reunión escucharon y dieron a conocer lo que los adolescentes tiene que decir sobre la familia.
Bajo el lema Los jóvenes y la familia del siglo XXI, los adolescentes pusieron en común sus reflexiones sobre qué es la familia para ellos, qué papel juegan en ella y cómo será en un futuro. Tras la reunión, los jóvenes eligieron a tres portavoces que se encargaron de hacer públicas las conclusiones que habían alcanzado. Alberto, del Colegio gallego “Monterrey”, fue uno de los elegidos para hacer esta exposición pública y se refirió a la familia como “una de las posesiones más valiosas, es la base de nuestra vida. Existen diversos tipos de familia y todos son aceptables, no existe la familia perfecta, pero sí la que se esfuerza por atender las necesidades de sus miembros”.
Pablo Pérez, del Colegio “San Fernando” de Avilés, aseguró que “la familia en el futuro será igual de importante para los niños”. Los jóvenes alcanzaron estas conclusiones tras debatir sobre la situación socioeconómica actual: la crisis, la tendencia a tener hijos más tarde, la baja natalidad o la figura de los abuelos como cuidadores, factores todos que influyen en la familia y serán aspectos condicionantes de la familia del futuro. También debatieron sobre el efecto de las nuevas tecnologías en las familias. Los jóvenes creen que estas herramientas pueden favorecer el vínculo de los familiares que tienen que vivir lejos de los suyos y permiten a los niños aprender de forma autodidacta, pero también están de acuerdo en que pueden producir relaciones familiares más frías y distantes, así como llevar al alejamiento y a la falta de diálogo entre sus miembros.
Ante los retos del futuro, los jóvenes pusieron el acento en la importancia de disponer de una buena formación académica, en la igualdad de género y en la tolerancia hacia todo tipo de familias. El presidente del Consejo de la Juventud de España, Ricardo Ibarra, alabó las conclusiones alcanzadas y defendió que es “importante que seamos los jóvenes los que podamos opinar y expresarnos libremente a pesar de nuestras diferencias”.
Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha este proyecto educativo dado su compromiso con el desarrollo del niño hasta que llega a ser una persona autosuficiente y bien integrada en la sociedad. La organización trabaja para fortalecer a las familias vulnerables de modo que puedan atender adecuadamente a los hijos; protege a los niños que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados, y acompañan a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.

Educación en Valores
Aldeas Infantiles SOS tiene dos programas de Educación en Valores: Los valores desde Aldeas Infantiles SOS –dirigido a Primaria– y Párate a pensar –a Secundaria–. Nacieron en 1997 para que los menores reflexionen sobre valores humanos esenciales y compartieran esas reflexiones con sus compañeros, profesores y familiares, como camino a construir una sociedad más justa en la que no tengan cabida la marginación o el abandono infantil.
La organización defiende que cada niño tiene derecho a crecer en una familia. Sin embargo, muchas veces esto no es posible y una gran cantidad de niños viven sin el apoyo de uno o ambos padres, además de los millones que sufren abusos, negligencia, explotación o privaciones como resultado de la pobreza. En Aldeas Infantiles SOS creen que sólo dentro de una familia los niños consiguen alcanzar el bienestar –tanto a nivel emocional como físico–, pueden vivir su infancia plenamente y tienen la oportunidad de prepararse para el futuro. Como un hogar puede existir sin niños, pero un niño no puede vivir sin él, la organización dedica sus esfuerzos a apoyar a las familias en situación de riesgo para que atiendan a sus hijos del mejor modo posible, así como atiende y acompaña en su crecimiento a los niños que provienen de familias desestructuradas, para que crezcan seguros y respetados, desarrollando así todo su potencial.
El interés superior del niño es la base del trabajo de esta organización que cuenta con centros de atención de día para familias desfavorecidas, un sistema de familias de acogida para niños vulnerables, un acompañamiento a los jóvenes hasta su integración social y laboral –sin dejar de lado su crecimiento personal y familiar–, entre otras muchas cosas.