Cuando el proceso formativo se une a los servicios a la comunidad

“Solc Nou” va escribiendo su historia. Estamos en Barcelona y se trata de una escuela que, a lo largo de más de 50 años, trata de caminar con sus alumnos hacia una integración laboral satisfactoria y creativa. Actualmente imparte dos ciclos de Grado Medio: Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería y Técnico en Farmacia-Parafarmacia; y uno de Grado Superior: Técnico Superior de Educación Infantil.

La escuela cree en una Educación comprometida con el mundo y ello supone cuestionarse la responsabilidad personal ante el proceso de aprendizaje y ante las necesidades de las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad, para descubrir, con lo que somos y sabemos, qué se puede hacer para mejorar nuestro entorno.

Todo partió de la invitación que la directora hizo al claustro para analizar diversos estilos de educar, con el fin de concretar cuál debería ser el nuestro, en el aquí y ahora:
nUna Educación que informa, ya que enfatiza los contenidos teóricos, los elementos conceptuales y la transmisión de conocimientos cerrados. En ella los alumnos son elementos pasivos cuya tarea principal se basa en memorizar con el fin de superar exámenes repitiendo lo aprendido.

nUna Educación que conforma, que se resigna y que perpetúa aquello que ya se considera válido. Es la postura del “siempre se ha hecho así” frente al “cómo podemos hacerlo mejor”. La respuesta es la pasividad del alumno.

nExiste también una Educación que deforma, que manipula, que anula, que programa, que adoctrina y que domestica al alumno. Ante cualquier dificultad, la respuesta es guiada sin opción a plantearse nuevas y diversas respuestas.

Cabía cuestionarse entonces: ¿cómo ir más allá para poder ofrecer a nuestros alumnos una Educación que, superando el simple informar y el rutinario conformar, consiga transformar? y ¿cómo organizar y facilitar actividades en las que todos participen, en las que la Educación sea un proceso de construcción interactivo y compartido por todos?
Este fue nuestro reto: pasar de una fórmula de participación impuesta por el currículum a un proceso constructivo e interactivo en el que tomasen parte agentes educativos y sociales. Se trata de ir implantando la metodología del aprendizaje-servicio como una actividad educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, donde los participantes aprenden trabajando en necesidades reales del entorno, con la finalidad de mejorarlo.

Iniciar este camino supuso por parte de todos conocer la realidad social en la que se incluye todo el hacer escolar, fomentar la observación y percepción acertada del entorno, despertando la responsabilidad de cada uno en su mejora, facilitar iniciativas que refuercen la capacidad emprendedora de los jóvenes y asumir e integrar el aprendizaje-servicio en el proyecto educativo de la escuela.

La incorporación del aprendizaje-servicio en “Solc Nou” viene de 10 años atrás, en plena ola inmigratoria en Barcelona. Una de las delegaciones de Cáritas se vio desbordada al no poder atender a las necesidades formativas de los inmigrantes que llegaban de Latinoamérica. Solicitaban técnicas para la atención a domicilio de personas mayores, ámbito en el que podían prestar un servicio. Ante esta petición de colaboración, “Solc Nou” inició el proyecto Cuidemos a nuestros abuelos.

Llevarlo a cabo suponía dos pasos importantes, como era el vertebrar los contenidos de los talleres teórico-prácticos a impartir con los cuatro créditos correspondientes del currículum, vinculando competencias profesionales y sociales. Y concretar la aplicación práctica de los mismos, teniendo en cuenta la formación de los receptores y las características de las personas a quienes se orienta el servicio.

Profesores y alumnos del Grado Medio Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería programan los contenidos de los talleres y durante un tiempo determinado comparten, con los inscritos al mismo, lo aprendido sobre cuidados domiciliarios a la persona anciana, Educación para la Salud y primeros auxilios.

Las sucesivas evaluaciones de la experiencia han sido muy positivas por ambas partes. Los alumnos se sienten enriquecidos compartiendo lo aprendido y constatando, al mismo tiempo, que su acción, además de la incidencia social, contribuye a mejorar las oportunidades de las personas inmigrantes. Constatarlo ha dado lugar a nuevos proyectos en el resto de ciclos impartidos en el centro. La ilusión y dedicación de los profesores ha conseguido implicar a todo el alumnado en alguna de los ocho aprendizaje-servicio que se llevan a cabo con esta metodología.

En este clima de animación, nos llegó la convocatoria de los premios Ética y Ciencia de la Fundación Grifols i Lucas con el objetivo de reconocer proyectos de centros de enseñanza media que fomentaran la sensibilidad ética en torno a las cuestiones científicas. Respondimos a la llamada enviando el que fue nuestro proyecto aprendizaje-servicio pionero: Cuidemos a nuestros abuelos.

Entre los muchos presentados, el de “Solc Nou” fue muy bien valorado y se le ha concedido un segundo premio dotado con 2.500 euros que se dedicará a la actualización y creación de nuevos proyectos.

Anna Carmona
Escuela “Solc Nou” de Barcelona.