Romper con la imagen "temible" de las matemáticas en las aulas
Precisamente, el desinterés de los estudiantes sobre la utilidad de las matemáticas en muchas de nuestras actividades diarias ha motivado a tres docentes de la Universidad de Alicante a escribir un libro que constata la presencia de esta disciplina en el arte, la literatura, el cine o la publicidad, entre otros ámbitos. «Las matemáticas en nuestra vida», editado recientemente por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alicante (UA), es un monográfico realizado por los profesores Lorena Segura, Julio Mulero y Juan Matías con el objetivo de divulgar la importante contribución de esta ciencia, aún «invisible» para gran parte de la sociedad, en muchos campos del saber.
«No son fórmulas inventadas en un despacho y que luego no tienen utilidad práctica. Las matemáticas son la base de todo y, sin ellas, por ejemplo, sería inviable cualquier moderno sistema de comunicación, como el ordenador, un GPS, un teléfono móvil o el buscador Google», ha afirmado Segura en una entrevista concedida a Efe, junto con Sepulcre y Mulero. Estos tres docentes han contado para la elaboración del libro con la colaboración de profesores de las universidades del País Vasco, de Córdoba, de París VIII y de Alicante, además de antiguos alumnos.
«Tenemos la obligación y necesidad de comunicar y divulgar la utilidad práctica de esta disciplina en nuestras vidas» para generar interés en las futuras generaciones, porque «no se nos ve ni tenemos visibilidad», una labor en la que las instituciones también deberían implicarse más, ha expuesto Mulero.
Las matemáticas aparecen en pasajes de obras literarias muy conocidas, como El Quijote, donde Miguel de Cervantes, sin ser matemático, despliega «juegos de lógica y de proporciones, y habla también de las propiedades conmutativa y distributiva», ha revelado Mulero. En esta universal obra, Miguel de Cervantes dice que las matemáticas son «una ciencia (…) que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y conmutativa (…)».
La obsesión por el concepto del infinito está patente en «El Aleph», de Jorge Luis Borges, mientras que el escritor y matemático Lewis Carroll, autor de «Alicia en el país de las maravillas», plasmó el uso de la simetría, los sistemas de numeración y escalas y proporcionalidades en sus creaciones literarias.
En el cine, según Sepulcre, se puede recurrir a algún trailer o extracto de una película para incorporar un determinado aspecto matemático en el aula. Por ejemplo, en la trilogía «Cube», varias personas aparecen de repente encerradas en un complejo laberinto de habitaciones cúbicas que esconden trampas mortales y que han de sortearlas para poder salir de ahí empleando estrategias basadas en números primos.
Igualmente, la serie de dibujos «Los Simpson», con un equipo de guionistas que son, en su mayoría, doctores en Física y Matemáticas, introduce de forma esporádica las matemáticas en sus capítulos. De la misma manera, la proporción áurea o divina proporción, número que materializaba la belleza y el equilibrio, se halla en algunas obras de Leonardo da Vinci («La última cena», la «Gioconda» o en el dibujo del «Hombre de Vitruvio»), en lienzos y composiciones de Salvador Dalí («Semitaza gigante volante») e, incluso, en el DNI o en las tarjetas de créditos.
Para Segura, el uso «más explosivo» de las matemáticas en el arte arquitectónico se encuentra en la Alhambra de Granada, donde la decoración de sus paredes y zócalos se basa en el álgebra, en concreto en los diecisiete grupos de simetría en el plano existentes y probados desde el punto de vista matemático.
«No hay constancia de que los artesanos árabes de esa época conocieran esta aplicación matemática, la cual permite recubrir el plano de manera que no queden huecos ni se superpongan las figuras unas encima de otras», ha resaltado esta profesora.