‘Con mucho arte’, permiso para crear, para destruir, para pensar, para imaginar

Permiso para crear y no copiar, permiso para pensar y preguntar… Permiso para expresar, escuchar y jugar. Con el inicio del programa Con mucho arte, para los alumnos de Infantil, dimos permiso a todo esto y mucho más.

Primero nos reunimos con un pintor, Alfredo Igualador, y fuimos a la Universidad de La Salle a recoger experiencias, ¡gracias por todas las ideas! Así organizamos los ejes fundamentales que giraban en torno al cine, el dibujo, la pintura y el color, el modelado y la escultura, el collage, las grandes instalaciones y las obras colectivas de luz y puntos.

Todos estos aspectos los fuimos trabajando con los alumnos a lo largo del curso en los distintos rincones de las clases, en talleres internivelares, en actividades con familias, en pequeños grupos de juego, en gran grupo y actividades individuales, pero siempre desde el respeto, la colaboración y la creatividad.

Así, por ejemplo, empezamos con el cine, haciendo una excursión a la Filmoteca, disfrutando del cine mudo, de las bandas sonoras y la dramatización. Nos disfrazamos en carnaval de actores como Chaplin, los hermanos Marx y los protagonistas de la película de George Méliès Viaje a la Luna. El proyecto fue creciendo con las aportaciones, ideas y motivaciones de los niños y niñas, con sus dudas, intereses, sus preguntas y curiosidades… Jugamos en el rincón de juego simbólico a hacer cine, montar películas, a interpretar escenas, a escribir pequeños guiones y llegamos a grabar dos películas en las que participaron profesores, alumnas de prácticas de Magisterio y alumnos de Primaria del centro.

Organizamos en los talleres unas decoraciones para el patio de Infantil, donde cada niño participó tejiendo “trapillo” en las verjas, modificando y transformando así un espacio compartido por todos. También decoramos algunos árboles del patio con tapones de botellas que habían sido unidos formando cadenetas.

Algunas de nuestras obras fueron muy efímeras, como las que creamos en la “mesa de sal”. Estas producciones duraban un ratito, pero sacábamos fotos de todas ellas para luego poder comentarlas y exponerlas. Otras, en cambio, permanecerán siempre, como las esculturas con arcilla, las de alambre, las esculturas que hicimos con las piedras del patio, los dibujos en papel que luego se convirtieron en chapas decorativas, los cuadros con legumbres, los collages con formas geométricas, los monstruos hechos con material reciclado y nuestros retratos de cartón, tapones y telas.

Algunas de las obras tienen los nombres del autor, otras, en cambio, son de todos, forman parte del trabajo común, como las siluetas que cada aula hizo en clase y que luego conectamos entre sí, creando una gran composición y que refleja el apoyo que todos necesitamos para llegar muy alto.

También la fotografía estuvo presente y creamos un gran collage con nuestras caritas sonrientes. Las familias contribuyeron en casa decorando un pequeño rectángulo de un color concreto, después montamos un gran cuadro. Estas también participaron en los talleres de final de proyecto ayudándonos a pintar con acuarelas –hechas con los rotuladores secos que vamos reciclando–. Hicimos unas grandes composiciones de líneas negras y los huecos que iban generando estas rayas los rellenamos de color.

En resumen, un proyecto lleno de libertad, emociones, colores y risas, decisiones compartidas, donde aprendemos a imaginar y tenemos todo el permiso para equivocarnos, empezar de nuevo, destruir y volver a construir, donde podemos pensar y ser creativos.

Equipo de Educación Infantil
CEIP “República de Uruguay” de Madrid