Ingredientes para la receta de una economía social y solidaria

Los alumnos ni se inmutan con este título, “pinta un poco rollo”, exclama casi inmediatamente el del fondo. Tocan la puerta. El jefe de Estudios interrumpe la réplica del profesor para invitarles a participar en el XXXI Concurso Escolar de la ONCE. Resulta que el tema 8 del libro tiene mucho que ver con este concurso. La ONCE les sugiere la idea de realizar un trabajo sobre el término economía social y solidaria, con el lema Personas que piensan en personas…

El Centro Diocesano “San José Obrero” de Orihuela es un centro privado y concertado con una peculiaridad que le define como Centro de Actuación Educativa Singular por la Consellería de Educación de la Comunidad Valenciana. Las siglas CAES encierran todo el empeño y esfuerzo del personal docente y no docente por atender y crear oportunidades para normalizar la situación de numerosos alumnos y alumnas con dificultades académicas, personales y sociales que en algunos casos rozan la exclusión social. “San José Obrero” forma parte desde el año 1992 de la Red de Escuelas Asociadas a la Unesco en cuya constitución puede leerse “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

El lema del concurso de la ONCE inicia una nueva ocasión para vincular el trabajo del aula con la realidad social más inmediata.

Manos a la obra
El alumnado deberá realizar una página de periódico acerca de la economía eocial y las empresas que piensan en personas recogiendo cuatro palabras clave: ONCE, igualdad, trabajo y discapacidad. El tema 8 empieza a tener sentido y a ser menos rollo. Organizados en grupos los alumnos y alumnas de 4ª de ESO, descubren que existen empresas en las que son los propios trabajadores quienes se organizan en busca de un beneficio más relacionado con el desarrollo personal y del entorno en el que se emplazan que con el interés económico. Sorprendidos, inician la segunda fase: documentación. Después de indagar por internet, de mirar apuntes aportados por el profesor y algunos compañeros y compañeras, los alumnos comienzan a desarrollar bocetos con la portada de un periódico que dé pistas sobre qué es y cómo entender una economía social y solidaria.

Puesta en común
Una vez finalizadas las primeras propuestas de páginas de prensa, se exponen en el aula valorando cuáles son las que mejor ayudarían a entender las razones para dar a conocer y potenciar los valores de empresas con carácter social y solidario. De las 15 propuestas elaboradas por el alumnado, aparecen varios titulares tan atractivos como Historias sin Whassa… en Serio, y Abrir los Ojos. Además estos alumnos descubrieron empresas locales que cumplen el perfil de empresa solidaria como la Asociación ADIS Vega Baja, de atención temprana a niños.

Al final, por su originalidad, el grupo se decidió por MasterChef ONCE, propuesta de trabajo de Andrea, Laura y Alia, inspirada en el formato de una receta en la que se detallan los ingredientes necesarios para crear una economía social y solidaria.

Los alumnos están satisfechos, hemos descubierto que la economía mundial no está reñida con la economía social y solidaria, sin embargo, el cuidado y preparación de los ingredientes son los que dan sabor y calidad al plato: la participación, la
creatividad, el fomento de la autonomía, el respeto, el compromiso, el voluntariado, la solidaridad, el desarrollo sostenible, entre otros, son necesarios, pero las personas han de ocupar el primer lugar de la lista.

José Mª Molina y José Miguel Pardo
Colegio Diocesano “San José Obrero” de Orihuela (Alicante)