¿Sería positivo incluir una asignatura sobre seguridad vial en el currículo?
Estas son algunas de las cuestiones a las que se han enfrentado los docentes que han participado en la elaboración del I Barómetro sobre la Educación Vial en España puesto en marcha por la Fundación MAPFRE en colaboración con el periódico MAGISTERIO.
La idea del barómetro surge en el seno de la I Jornada de Fundación MAPFRE La Educación Vial a debate del próximo 25 de noviembre, fecha en la que se presentarán los resultados obtenidos durante este mes en el cuestionario realizado tanto a familias como a docentes. Se trata pues de un primer encuentro abierto a todos aquellos profesionales de la Educación interesados en metodologías, iniciativas y herramientas para la enseñanza de la seguridad vial en el aula.
Currículo escolar
Cada vez son más los colectivos que apuestan por introducir este tipo de valores y aprendizajes dentro del horario lectivo y de una forma más reglada. De hecho, este mismo año –a finales de mayo– el Congreso de los Diputados aprobaba por unanimidad una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a incluir la Educación Vial como una materia “con carácter evaluable y obligatorio”, tanto en Educación Primaria como en Educación Secundaria. Una vez más, el objetivo principal no era otro que “contribuir de forma más intensa y eficaz en la necesaria prevención de los accidentes de tráfico e impulsar la seguridad vial en el currículo escolar, especialmente a lo largo de la Educación Primaria”.
La propuesta, que fue impulsada por PSOE y CiU pero transaccionada por el PP, fue aprobada en el seno de la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados. Una vez finalizada la legislatura, será el nuevo gobierno que salga de las próximas elecciones el encargado de llevarla a las aulas. Lo importante no es tanto la idea sino cómo llevarla a la práctica. El texto aprobado instaba al Ejecutivo a colaborar con los centros para la “elaboración de unidades didácticas específicas que tengan carácter evaluable y obligatorio”.
Menos accidentes
Un total de 1.131 personas perdieron la vida la vida en las carreteras españolas durante el 2014 –último año completo del que se tienen cifras–, tres menos que el año anterior, según datos del Ministerio del Interior. La cifra se sitúa así como la más baja desde el año 1960, cuando se comenzó a contabilizar oficialmente este tipo de siniestros y en el que las circunstancias distaban mucho del panorama actual.
La última década ha sido especialmente fructífera, pues ha permitido que España mejore sus resultados y se sitúe como el decimotercer país del mundo y el quinto de la Unión Europea con la tasa de mortalidad más baja por accidentes de tráfico. Por detrás de Suecia, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca, nuestro país registra 3,7 víctimas por cada 100.000 habitantes, según el Informe Global sobre Seguridad Viaria 2015 realizado por la Organización Mundial de la Salud.
Según el texto, las mejoras en la legislación en relación a la seguridad vial, carreteras y vehículos más seguros, y una apuesta firme por la Educación Vial, son algunos de los puntos que pueden explicar la mejora de los resultados en muchos países, entre ellos España.
Según el informe Panorama de la seguridad infantil en el automóvil presentado hace unos meses por Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, no fue hasta el año 2013 cuando los accidentes de tráfico dejaron de ser la primera causa externa de muerte infantil. De ahí la especial importancia que han cobrado los programas de Educación Vial, una apuesta por la formación en valores de los más pequeños que repercutirá en la sociedad del futuro, convirtiéndoles en ciudadanos más preparados y responsables. Precisamente, esta labor preventiva puede ser una de las causas que explique la reducción de los accidentes de tráfico en los últimos años.
Programas educativos
Desde Fundación MAPFRE llevan varios años trabajando para ofrecer un completo servicio a la sociedad en materia de Educación Vial. Por un lado, se han puesto en marcha diversos programas educativos sobre prevención y seguridad vial destinados a niños y adolescentes. En ellos, se apuesta por inculcar a los menores el aprendizaje y adquisición de valores y comportamientos que garanticen su seguridad, fomentando una actitud responsable que les permitirá evitar muchos accidentes de carretera y situaciones de peligro.
Además, la Fundación pone a disposición de los docentes una amplia variedad de recursos y materiales didácticos desarrollados por expertos durante los últimos años con el objetivo de facilitar todos los elementos necesarios para promover comportamientos y actitudes responsables, cívicas y solidarias en relación con el tráfico y la movilidad segura como peatones, viajeros y conductores.