La importancia de educar a los alumnos para vivir en una sociedad globalizada

“Educar es formar personas, enseñar a ser, y ser es estar en un mundo, en un tiempo y en un espacio geográfico concreto, que en la actualidad coincide con un mundo globalizado y en el que nos comunicamos a través de las tecnologías”. Es la reflexión que realizó Javier Valle, profesor de la UAM durante la segunda mesa redonda del VIII Foro Europeo Educación y Libertad, y que llevaba por título Posicionamiento del sector y pacto escolar.

El docente finalista del Global Teacher Price, César Bona, también se mostró de acuerdo con las palabras de Javier Valle. Para Bona, “la Educación debe crear personas y la escuela debe enseñar para la vida”. “Cualquier movimiento del maestro en el aula debe influir para hacer ciudadanos globales, para crear personas mejores no solo individualmente sino colectivamente”, subrayó.

También Ignacio Babé, secretario general del Club de Excelencia en Gestión, se manifestó en esa misma línea: “La Educación debe servir para formar personas, y eso se hace enseñando a ser curiosos, solidarios, a utilizar las diferentes inteligencias, a comportarse cívicamente de forma que los alumnos puedan ser felices”. Para Babé, “a la hora de educar hay que poner por encima del currículum y de las tecnologías todos aquellos valores de las personas”.

Peligros del “copiar”
Para Javier Valle, “ese educar a las personas para la vida va a conseguir que se acabe de implantar definitivamente el enfoque competencial”. Él cree que “hacen falta debates de fondo, no de forma, sobre qué es la calidad educativa” y se mostró en contra de “copiar cosas de fuera, como el modelo dual”. “Hay que reflexionar sobre lo que queremos copiar, ya que aquí existen unos aspectos culturales, de contexto, históricos y de tradición que van a hacer que no funcione como en el país de origen”.

Para Francisco López Rupérez, presidente del Consejo Escolar del Estado, “la gestión institucional se ha caracterizado por su carácter esencialmente burocrático y por la enorme carga ideológica que ha padecido esa gestión”. Según Rupérez, “las burocracias no están concebidas ni entrenadas para innovar, y el contexto socioeconómico tan cambiante requiere de una capacidad de adaptación del sistema que no se ha visto”. Añadió que “se ha visto un enfoque estático con la trampa del dinamismo del cambio de normas, pero no se han tomado en consideración los grandes desafíos del contexto ni del futuro”.

Por parte de la CEOE, su director de Relaciones Laborales, Jordi García Viña, apostó por “una estabilidad del sistema educativo, que dé seguridad sobre lo que estamos pisando”. Además, consideró como “elementos fundamentales la libertad de los centros y su autonomía”. Por último, abogó por “una relación estrecha entre Educación y empresa” y consideró “imprescindible que haya una eficiencia del gasto público y una evaluación continuada de todos los operadores educativos”.

César Bona señaló que “al final tenemos que hacer de la escuela un sitio al que los niños les apetezca ir, ya que esa es la herramienta más potente para luchar contra el fracaso ”. Y a los docentes les recomendó “encontrar tiempos y espacios para tener la posibilidad de escuchar a sus alumnos”.