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“La Educación introduce programas que el cerebro usará toda la vida”

Según el director general de Evaluación y Cooperación Territorial, José Luis Blanco, “cualquier aprendizaje modifica el sistema nervioso, dejando una huella en las células nerviosas y en sus conexiones”.
Adrián ArcosMiércoles, 13 de julio de 2016
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¿Conocemos los avances de la neurociencia que se están aplicando en la Educación? ¿Es posible implementar programas en el ámbito educativo de neurociencia y neuropsicología? ¿Imaginamos cómo puede ser un centro educativo con profesores formados en las bases neuropsicológicas de cómo aprenden sus alumnos? Un docente puede trabajar con mayor rigor científico e impulsar la profesionalidad aprendiendo nuevas estrategias para trabajar con niños que presentan dificultades de aprendizaje o altas capacidades.

Así se demostró en el curso Neurociencia y neuropsicología educativa, promovido por el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (Cniie) y que se celebró entre los días 27 de junio y 1 de julio en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

La inauguración del curso corrió a cargo del director general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación, José Luis Blanco, que ofreció la conferencia Implicaciones neuropsicológicas en el ámbito educativo. En ella, habló sobre la transformación de nuestro cerebro mediante la adquisición de nuevas experiencias, destrezas o conocimientos.

Según Blanco, “cualquier aprendizaje modifica el sistema nervioso, facilitando la creación de un engrama o huella en las células nerviosas y en sus conexiones”. Además, “la neuroplasticidad transforma el cerebro de los niños facilitando y consolidando nuevos aprendizajes”. Esto hace que “la Educación no solo aporte datos, sino que cree circuitos e introduzca auténticos programas que el cerebro utilizará durante toda la vida”, apuntó Blanco.

El representante del Ministerio fue señalando todas aquellas implicaciones generales que la neuropsicología en el aprendizaje. En primer lugar aseguró que “nos ayuda a conocer cómo aprendemos, es decir, desgrana los mecanismos que utiliza el niño para llegar al descubrimiento de la realidad, cómo y cuándo se desarrollan para saber, entre otras cosas, en qué momento posee la estructura funcional necesaria para integrar un determinado aprendizaje”.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que existen periodos críticos para aprender, y aquí Blanco advirtió de que “durante la infancia el cerebro se encuentra en un proceso de desarrollo expansivo muy fluido, lo que no sucede con el adulto, ya que éste tiene consolidado tanto su estructura cerebral como sus conexiones”.

“El cerebro es un todo”
También indicó que “el cerebro es un todo, por lo que la intervención educativa ha de ser global”. Blanco quiso también hablar sobre la prevención: “Debemos conocer y resolver los trastornos de aprendizaje de origen neurológico”. De esta forma, a través de la neuropsicología se pueden detectar y mejorar trastornos de aprendizaje (lectura, cálculo, escritura, trastornos no especificados y no verbales…), trastornos en la vida académica (TDAH, altas capacidades…), trastornos en coordinación motora, problemas de comunicación, trastornos generalizados del desarrollo TGDy del espectro autista y retraso mental. Para Blanco, “la intervención ha de ser temprana y profesional”.

Por último, destacó que “la neuropsicología es clave en todas las etapas del sistema y mejora la convivencia escolar”.

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