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La financiación media por beca universitaria se reduce de 3.256 a 2.637 euros

Los estudiantes universitarios con beca “se enfrentan a una mayor precariedad” porque las dotaciones de las ayudas en las universidades públicas presenciales se redujeron cerca de un 20 % entre 2012 y 2015, y lo hicieron con mayor intensidad en regiones con una menor renta per cápita.
RedacciónMartes, 18 de octubre de 2016
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Lo concluye el estudio La Universidad española en cifras 2014-15, presentado la semana pasada por el presidente de la Conferencia de Rectores, Segundo Píriz, con la asistencia del secretario general de Universidades, Jorge Sainz, y la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela.
“Los becarios aumentan insuficientemente para el impacto de la crisis (representaron el 27 % de los alumnos de grado en las universidades públicas en el citado curso) al mismo tiempo que se vive un mayor nivel de precariedad, más incertidumbre y más exclusión”, según la CRUE.

La financiación media por becario (2.637 euros en 2014-15) ha vuelto a niveles de 2006, lejos de los 3.256 euros por becario que se registraba en 2012-13.

Una universidad cara
Las universidades han recordado que España tiene, además, “uno de los niveles de precios públicos universitarios más elevados de la UE” –solo nos supera Reino Unido, Irlanda y Holanda– y se une a “uno de los niveles más bajos de becas y ayudas al estudio”. Además, el gasto público universitario ha retrocedido un 14 % de 2010 a 2014; más de 7.500 empleos se han destruido en el periodo citado; y el gasto total de España en I+D ha vuelto a niveles de 2007, aunque las universidades han sido capaces de mantener proyectos y programas con recursos propios.

Píriz recalcó que “no tenemos ni demasiadas universidades ni demasiados universitarios y que nada puede justificar los precios elevados ni las becas insuficientes”.

Sainz y Vela destacaron por su parte la importancia de analizar este informe, “basado en la evidencia, para mejorar, ya que las universidades juegan cada vez un mayor papel en el desarrollo social y económico de los países”.

Los autores del informe, Juan Hernández Armenteros (Universidad de Jaén) y José Antonio Pérez (Politécnica de Valencia), subrayaron la bajada en la dotación en becas entre 2012-13 y 2014-15, que se produjo en mayor medida en Andalucía (33%), Castilla-La Mancha (31%) y Extremadura (30%).

Los autores del informe aseguraron también que la reforma del modelo de becas ha provocado “la pérdida del carácter de derecho del estudiante”, especialmente por la necesidad de requerirse una calificación académica determinada (en referencia a la reforma y endurecimiento de los requisitos que propició el Gobierno siendo ministro José Ignacio Wert). Y recalcaron que la subida de los precios públicos por comunidades desde 2008 hasta 2014-15 “agudiza” las diferencias por regiones. Galicia presenta el menor crecimiento (5,1%) frente a Cataluña (158%), con el mayor incremento, seguida por Madrid (117,3%) y la Comunidad Valenciana (93%).

“El pago de los precios públicos impacta directamente en el esfuerzo económico de las familias”, recordaron los expertos, que añadieron que los precios universitarios “deberían operar como compensación de un coste estándar por titulación impartida en un centro universitario público, y que su pago debería realizarse atendiendo al nivel de renta de cada uno de los demandantes”.

Más eficiencia
Sobre la oferta de titulaciones y tras la plena adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, las universidades públicas “han corregido los problemas de eficiencia asociados a la existencia de titulaciones con baja demanda”, según el informe.

Las titulaciones con menos de 20 alumnos fueron en el curso 2014-15 el 11% del total de la oferta, aunque en 2008 eran el 20%. Además, se ha consolidado la mejora en el rendimiento académico, en 23,3 puntos porcentuales respecto a 2008 en las universidades públicas presenciales.

Por otro lado, la financiación captada para la actividad investigadora en 2014 aumentó un 9% respecto a 2013; sin embargo, desde 2008 todas las fuentes han visto disminuir sus partidas, con retrocesos del 47% en la financiación privada y del 21% en la pública.

En cuanto a la pérdida de personal, avisan de su gravedad porque “no ha sido posible reponerla con captación de talento joven y de excelencia”.

Las universidades instaron a mejorar, aunque “no será posible –concluyen– sin una apuesta del país por ampliar el esfuerzo en I+D+i y en Educación Superior, con una regulación que permita mayor autonomía y atraer el talento”.

 

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