PISA como instrumento de evaluación, análisis y reflexión

PISA es un ejemplo de cómo la evaluación puede resultar útil como instrumento de mejora en la Educación. Se trata de un análisis que contiene múltiple y variada información sobre los sistemas educativos de 72 países en el mundo, entre los 35 más desarrollados agrupados en la OCDE, que incluye el aprendizaje de sus alumnos en lectura, matemáticas, y ciencias y también el contexto y posibles causas de esos niveles de competencias. Es España, por primera vez, todas las comunidades autónomas tienen muestra ampliada, de modo que podemos conocer la situación en cada una de ellas. Las bases de datos individualizadas y anonomizadas de los 540.000 estudiantes de 15 años están disponibles para que en los próximos tres años, hasta que se haga público PISA 2018, los investigadores y comunidad educativa puedan realizar estudios sobre cómo mejorar el aprendizaje de nuestros jóvenes. A continuación presento algunas de las primeras conclusiones que se pueden inferir de PISA 2015 para España y la Comunidad de Madrid:

-Se ha producido una caída generalizada en los niveles de aprendizaje de los jóvenes de 15 años en 2015 en los países de la OCDE. Por ejemplo en ciencias, área central de PISA 2015, la OCDE alcanza 493 puntos, el nivel más bajo desde 2006, la edición anterior en la que esta competencia fue analizada con más detalle. Es decir, los alumnos de 15 años de la OCDE aprenden ahora en 2015 menos de ciencias que los que tenían esa misma edad en 2006, 2009 o 2012. El descenso es significativo entre 2012 y 2015.

-En este contexto, España ha mantenido sus resultados en ciencias y matemáticas y los ha mejorado en lectura. Son unos resultados que tienen mérito en un contexto de descenso de los países de la OCDE. Nuestro país se sitúa en la media de los países más desarrollados en lectura y ciencias, y solo cuatro puntos por debajo en matemáticas.

-Existen diferencias importantes entre las comunidades autónomas españolas, con Castilla y León, Madrid y Navarra a la cabeza obteniendo 40 puntos más que otras comunidades (una puntuación similar a la que diferencia a un alumno un curso por encima de otro estudiante). En particular, la Comunidad de Madrid ha alcanzado 516 puntos en ciencias, 520 en lectura y 503 en matemáticas. La Comunidad de Madrid solo tiene dos países de la UE por delante en ciencias: Estonia y Finlandia. Eslovenía, el siguiente, está 3 puntos por debajo con 513 puntos y Reino Unido, Alemania y Países Bajos se encuentran a 7 (con 509 los tres). Es importante recordar que las diferencias comienzan a ser significativas a partir de los 8-10 puntos (depende de la desviación típica de cada país o región).

-España y sus comunidades autónomas continúan sobresaliendo en equidad. La desviación típica de España es inferior a la de la OCDE. Es decir, la distribución de los resultados de los alumnos está más concentrada en nuestro país con respecto a la media. Todas las comunidades autónomas tienen también distribuciones más compactas que la OCDE. Castilla y León, Madrid y Navarra son ejemplos de que la calidad y la equidad educativa son totalmente compatibles.

-Relacionado también con equidad, España es el cuarto país de la OCDE con menos varianza entre centros, solo por detrás de Islandia, Finlandia y Noruega. En nuestro país los alumnos buenos, medios y rezagados están muy mezclados en los mismos centros. Esta mezcla permite a los alumnos rezagados beneficiarse del “efecto compañero” de los estudiantes destacados. Las comunidades autónomas españolas también destacan en el conjunto del panorama internacional por sus altos niveles de inclusión académica. El índice de inclusión académica de la OCDE es de 69,9, por el 86,6 de España o el 89,8 de la Comunidad de Madrid. La Comunidad Valenciana llega al 94,6.

-El impacto del índice socio-económico en los resultados de ciencias (área central de PISA 2015) es más limitado en España que en la OCDE. Este índice, construido a partir de los niveles educativos y profesión de los padres, además del número de libros que hay en el hogar, disposición de ordenador, wifi… tiene por construcción media cero y desviación típica uno. Pues bien, un incremento en una desviación típica en el índice socioeconómico conduce a un incremento esperado en el resultado de ciencias de 27 puntos en España por los 38 de la OCDE. En la Comunidad de Madrid, el impacto del índice socioeconómico también es mucho más limitado que en OCDE con 28 puntos.

-España ha logrado disminuir el porcentaje de alumnos que han repetido al menos una vez con 15 años en 3,8 puntos desde 2009 a 2015. Aún así nuestro país se sitúa en el 31,3% de tasa de repetición, la segunda mayor de toda la OCDE, solo por detrás de Bélgica (34,0%). Este porcentaje es casi el triple que en la media de los países desarrollados (11,3%). La caída de la proporción de alumnos que ha repetido en España con 15 años es una buena noticia, que confirma la tendencia ya observada de incremento de tasas de idoneidad y tasas brutas de graduación en ESO de los últimos años. Sería importante que se continuara con esta tendencia de disminución de tasa de repetidores hasta los niveles más similares a los de nuestro entorno. De hecho, un 58% de los alumnos españoles repetidores alcanza el nivel 2 o superior en PISA. Podríamos decir que aprueba el test de PISA. En la Comunidad de Madrid este porcentaje de repetidores con el nivel 2 o superior en PISA alcanza el 68%.

-Matemáticas se confirma como la competencia en donde más margen de mejora tiene España. Es el mismo resultado que se alcanza con Timss. PISA es realizada por la OCDE, a estudiantes de Secundaria y con un enfoque más competencial. Timss es una prueba de otro organismo internacional (la IEA), a alumnos de Primaria y con un marcado carácter curricular. Y sin embargo la conclusión es la misma: España necesita, sobre todo, mejorar en matemáticas. La Comunidad de Madrid destaca a un gran nivel internacional en ciencias y lectura. También en matemáticas se encuentra por encima de la media de la OCDE, UE y España, pero no sobresale de la misma manera que en ciencias o lectura.

Ismael Sanz es director general de Innovación, Becas y Ayudas de la Comunidad de Madrid