Cuando los padres son mucho peores que los hijos
La violencia en los campos de fútbol no es ninguna novedad, pero últimamente circulan vídeos de peleas e insultos lamentables entre los padres que ven a sus hijos de categoría infantil o alevín. Es decir, se pegan viendo un partido de niños de 9 años y, lo peor, es que es habitual.
La Fundación Mutua Madrileña ha presentado una guía para combatir la violencia en el deporte infantil. Deporte y valores es un libro-manual para los padres escrito por Guillermo Calvo y David García, entrenadores de baloncesto de la Escuela Deporte y Crecimiento Personal.
Como en todo, las figuras importantes son las que tienen que predicar con el ejemplo. Por eso asistieron a la presentación Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid; Rafael Rullán, exjugador de baloncesto y actual presidente de las Escuelas Deportivas del Real Madrid; la exbalonmanista Eli Pinedo; el extenista Alberto Berasategui, y el representante de futbolistas Horacio Gaggioli, que puede no ser muy conocido por su nombre, pero es el autor del primer contrato de Lionel Messi, el que se firmó en una servilleta. Todo ello moderado por el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin.
La presentación empezó con algo muy gráfico, una recopilación de vídeos caseros en campos de fútbol de barrio, algunos de tierra todavía, en los que los padres se dedicaban a insultar al árbitro, a presionar al entrenador e, incluso, a gritar a los niños. Que si “corre más”, “pásala antes” o “árbitro, eso es amarilla, que le ha dado a mi hijo”, desgañitándose como si eso les fuera a dar de comer.
Y este es uno de los problemas que afectan a los padres: la mayoría cree que su hijo es el mejor y, como encima sea bueno de verdad, les someten a una presión que es casi imposible de soportar con tan poca edad. Como dijo Berasategui, “conozco a una tenista que fue campeona de España en categorías inferiores y dejó el deporte por la presión que le metían sus padres”.
La excesiva presión es algo que puede ocurrir en todos los deportes, como también en los estudios o cualquier ámbito de la vida, pero la violencia en las gradas suele llevársela toda el fútbol. Así lo contaban los participantes Eli Pinedo, Rafael Rullán y Alberto Berasategui, que rara vez han visto comportamientos así en sus deportes.
Gaggioli y Butragueño, a pesar de que este último afirma que no suele escuchar lo que pasa en los vídeos con frecuencia, son conscientes de esta realidad. “La pasión se lleva a todas partes, los padres hacen comentarios sobre el entrenador como si fueran profesionales y no se cultiva el respeto”, dijo Butragueño, que ve en su padre el mayor ejemplo de su vida, todo lo contrario a los individuos de los vídeos. Sin embargo, insta a los padres a educar a los niños en la competición: “Es muy importante intentar formar un chico competitivo, que quiera ganar y dar el 100%, añadiendo el respeto”, porque eso se lleva a todos los ámbitos de la vida, no solo al deporte.
Gaggioli, argentino, dijo que “hay que tener en cuenta el país”. A pesar de todos estos sucesos, en España “están saliendo deportistas excelsos, y eso es porque la formación es muy buena”. Por eso “el padre tiene que limitarse a formar una buena persona, el resto es cosa del entrenador”. Gaggioli también ha conocido chicos que han dejado el fútbol por la excesiva presión de sus padres, por lo que, según coincidieron todos, los padres deben educar en el respeto y formar grandes personas porque tienen la capacidad y la obligación de hacerlo. Vamos, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, como dijo tío Ben a Peter Parker.
Establecer las normas
Los autores de la guía también participaron en la presentación y, como entrenadores de categorías inferiores, dejaron su huella con su forma de tratar con los padres. Se basan en unas claves, donde la comunicación es fundamental: hay que dejar claras las normas de actuación y la filosofía del club, unas normas que intenten proteger a los chicos de estos comportamientos. El que manda en lo deportivo es el entrenador. También los clubes forman a los entrenadores para que sepan llevar un equipo y comunicarse con los padres, porque puede haber situaciones muy tensas.
Desde el Real Madrid, donde Butragueño y Rullán tienen bastante influencia, dejan claro que los jugadores también tienen su responsabilidad, a pesar de que sean menores y ser el elemento que se pretende defender con esta iniciativa. Antes de comenzar la temporada hay una reunión con los padres en la que se expone el comportamiento a seguir por parte de todos: al jugador se le exige esfuerzo, trabajo en equipo, saber ganar y saber perder y el respeto, mientras que los padres tienen que ser un modelo para todos ellos.
Otro de los puntos tratados fue la importancia de realizar deporte a edades tempranas. Obviando todos los beneficios que tiene para la salud el ejercicio físico, además tiene consecuencias sociales muy positivas. Los chavales hacen amigos, forman un grupo de trabajo en el que tienen que ayudarse mutuamente y, a su vez, se alejan de temas escabrosos como las drogas y los botellones. Si tienen partido un sábado a las 11 de la mañana, el viernes, en lugar de acostarse a las cinco, vuelven a casa pronto y sin haberse ido de borrachera. Es decir, hacer un deporte obliga a los chicos a tener una buena dosis de responsabilidad, lo que les va a servir para toda su vida.