La Formación Dual levanta el vuelo
Despega y ahora parece que va en serio. Proliferan los encuentros sobre Formación Dual en los que las tres patas del taburete (centros, empresas y alumnos) establecen una relación de confianza. Mañana darán comienzo unas Jornadas sobre Dual organizadas por la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha y una semana después será la Comunidad Valenciana quien vista de largo a la dual en sus Foros de Oportunidades. El Grupo Siena está participando de forma muy activa en todos estos encuentros que ya celebran muchas comunidades. Lo hacemos porque nos dedicamos a ello y porque es una de esas causas que hacen país.
Pero hay que hacerlo bien y nos jugamos mucho en ello. Ayer mismo el consejero de Educación de Castilla y León nos lo comentaba en una entrevista que publicaremos próximamente. “No podemos llamar dual a cualquier cosa”, decía. Según su criterio, deben darse tres condiciones: aportación económica por parte de la empresa, tutores en los centros de trabajo bien formados y un periodo de formación de al menos un año en la empresa. El consejero, cómo no, le ajustaba las tuercas al sector empresarial para que sean honestos y no hagan trampas. Porque hay sectores educativos –cierto que cada vez menos y con un sesgo ideológico muy marcado– que recelan de la dual con más o menos razón. Son aquellos que sostienen que las empresas solo buscan mano de obra barata y que los centros se van a terminar convirtiendo en formadores de masa productiva, etc. etc. De acuerdo que hay mucha demagogia detrás de estos eslóganes pero, en todo caso, no conviene darles argumentos.
En cualquier caso, donde las dan las toman y también desde el sector productivo se exige a los centros una mayor orientación a las necesidades de las empresas, en definitiva, un mayor realismo. Entienden que la Educación es mucho más que dotar de competencias profesionales y que no se trata de mercantilizar los procesos educativos. Pero al mismo tiempo necesitan que los ciclos formativos sean flexibles, ágiles y cuenten con la perspectiva del sector productivo. Si no, las empresas optarán por montar sus propios ciclos y perderemos todos.
El aceite para que la dual funcione –como para casi todo– es la confianza.