Cuando la empatía activa y el perdón construyen la convivencia en el aula
Videojuegos infantiles que premian la muerte y la destrucción, bombardeo de imágenes violentas en televisión y la agresividad de la vida cotidiana. Con este panorama no debería extrañarnos el incremento de la violencia en las aulas; 1 de cada 10 alumnos ha sufrido acoso en 2016, alerta Save the Children. Y aunque proliferan los estudios de universidades que destacan los beneficios de la Educación emocional en la formación de habilidades sociales y rendimiento escolar, paradójicamente las instituciones públicas hacen oídos sordos y no lo contemplan en el curriculum.
La asociación Teatro de Conciencia quiere influir en las políticas públicas para que incorporen el aprendizaje emocional en la formación integral del menor. En este curso 2017-18 llevará En sus zapatos: un espacio de empatía activa a cinco centros de la Comunidad de Madrid y Extremadura, tras realizar su piloto en el CEIP “Vicente Aleixandre” de Torrejón de Ardoz (Madrid). Su objetivo: hacerlo escalable y replicable a otros lugares.
En sus zapatos está dirigido 5º y 6º de Primaria, y gira en torno a tres ejes: Educación emocional, resolución positiva del conflicto y empatía activa, apoyado en una metodología propia: Teatro de Conciencia, que escenifica el interior de los personajes facilitando reconocer las emociones –odio, miedo, ira, tristeza…– para ayudar a gestionarlas evitando la violencia o la exclusión. “Los niños que agreden no son delincuentes a los que apartar, sino que hay que ver de dónde surge ese dolor que les lleva a agredir. Porque un niño que agrede, es un niño que está sufriendo”, dice Pax Dettoni, fundadora de Teatro de Conciencia y creadora del proyecto.
Anna Carpena, pionera en introducir la Educación emocional en las aulas y miembro del equipo de En sus zapatos, señala que el cerebro de los niños “está en construcción y lo hará según las experiencias. Por eso es un buen momento para ayudarles a cambiar la manera de ver al compañero y provocar sentimientos empáticos hacia él”.
Una palabra: empatía, en boca de políticos, actrices… aunque no siempre se sepa lo que es. “No es solo comprender qué siente el compañero, sino que sienta lo mismo que el otro”, apunta Carpena. “La convivencia escolar somos todos”, dice la asociación en su programa, es por ello que se dirige a la totalidad de la comunidad escolar: alumnos, padres y docentes. Se calcula que cada centro alcanzará directamente a 220 personas, e indirectas a toda la comunidad mediante una campaña de sensibilización. Con solo tres meses de vida esta iniciativa ya cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación, y para lograr llegar a más escuelas también la asociación invita a donantes particulares a colaborar en una campaña de micromecenazgo en www.migranodearena.org.
Mª Isabel Castillo, directora del “Vicente Aleixandre”, señala que el programa “facilita herramientas para que el claustro siga las mismas directrices ante la resolución positiva de conflictos,y para interaccionar con alumnos con diferentes rasgos de personalidad”.
Frente a las medidas antibullying de denuncia al agresor, En sus zapatos incluye a todos los niños: los que agreden, los que son agredidos y los que testimonian; introduciendo valores claves para la construcción de paz como la compasión y el perdón. Clara Huertas, tutora del colegio piloto, apunta que “lo curricular es importante, pero lo emocional es lo que se van a llevar para toda la vida”. Ahora solo queda sembrar.