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La Rioja lanza un protocolo contra el acoso que garantizará la seguridad de la víctima

El texto fija que se cree una Comisión de Valoración Urgente de la Convivencia encargada de aplicar medidas de urgencia, si así se estimara oportuno, y de recoger, analizar y valorar la información.
Sonia BarradoMartes, 30 de enero de 2018
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Ceniceros (en el centro) junto a Galiana y a otros representantes de su Gobierno.

La Rioja ha puesto en marcha un nuevo Protocolo de Actuación en Casos de Acoso Escolar, un texto que garantizará inmediatez, protección, apoyo, confidencialidad y seguridad a la víctima. El objetivo es “prevenir, detectar y combatir cualquier tipo de discriminación o acoso”, además de “dar una respuesta más rápida y eficiente ante posibles casos de violencia escolar”, según destacó el presidente riojano, José Ignacio Ceniceros, la semana pasada durante la presentación del documento.

En la búsqueda de esa agilidad y eficiencia, dijo que desde la notificación del caso se debe constituir en 24 horas una Comisión de Valoración Urgente de la Convivencia encargada de aplicar medidas de urgencia, si así se estimara oportuno, y de recoger, analizar y valorar la información.
“Desde el primer momento se deben adoptar medidas de protección a la víctima, pero el procedimiento debe ir más allá”, señaló el mandatario, mientras defendió la necesidad de que se pongan en marcha medidas de actuación con el agresor o agresores, el grupo, las familias y el equipo docente, que servirán para prevenir otros posibles casos.

Una vez confirmada una situación de acoso escolar, se adoptará un plan de actuación individualizado, del que se informará a las familias, al equipo docente, a la Comisión de Convivencia y a la Inspección Técnica Educativa.

El protocolo asegura “una intervención coordinada de todos los profesionales del centro educativo y de estos con las familias y otros servicios externos” para activar de forma inmediata la intervención. Pretende ayudarles en esta tarea ofreciéndoles “un marco general de actuación que sistematiza un procedimiento común” ante posibles casos de acoso y garantiza “el rigor en la investigación” de esas situaciones. Todo, a través de un protocolo elaborado por profesionales que representan a diferentes agentes educativos y, en especial, por funcionarios docentes del sistema de Educación riojano.

Indicadores de detección
El documento establece tanto la definición y características del acoso escolar como una descripción de las manifestaciones propias, participantes, consecuencias e indicadores de detección, con el fin de ayudar a las familias y al profesorado a detectar estas situaciones entre los alumnos.

De acuerdo a los últimos datos de los que dispone la Consejería de Educación de La Rioja, la Inspección Técnica Educativa gestionó en el curso 2015-16 quince expedientes por acoso escolar, uno menos que en el curso anterior.

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