Sancertur o cómo aprender geografía de forma práctica y divertida

En “San Cernin” trabajamos este curso las Ciencias Sociales y Naturales a través del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). Es una nueva manera de aprender en la que el niño y la niña son protagonistas de su propio aprendizaje. En esta metodología los conocimientos tienen la misma importancia que la adquisición de habilidades y competencias. Es un proceso que anima al alumno a participar en su Educación de manera activa y crítica. Una forma de estudiar “con sentido”, que integra escuela y realidad, hace al alumno protagonista, le permite enfrentarse a desafíos, resolver problemas y trabajar en equipo de manera autónoma, pero siempre acompañado y guiado por el docente.

Este sistema motiva muchísimo a nuestros estudiantes, les ayuda a asumir responsabilidades, a valorar el trabajo en equipo y a no olvidar tras el examen los temas trabajados. Y esto es así porque este aprendizaje exige una implicación directa y total del alumnado y porque es un modo de formarse mucho más divertido. Es una manera diferente de estudiar, que combina el uso habitual de las TIC con recursos audiovisuales, aplicaciones y materiales manipulativos que facilitan la adquisición de contenidos y habilidades.La feria de turismo, Sancertur, punto final del proyecto de Ciencias Sociales de 5º de Primaria desarrollado en el segundo trimestre, es una muestra de que el ABP funciona.

Divididos en grupos de unas cuatro o cinco personas, a los que se asignó una comunidad autónoma, los chicos y chicas de 5º buscaron información, investigaron y elaboraron materiales propios –mapas en relieve, climogramas, mapas políticos…– que fueron expuestos en los estand de cada comunidad la tarde de la feria. Así trabajaron límites de España, diferencias entre comunidad y provincia, banderas y escudos de las comunidades, relieve, costas, climas y especies animales y vegetales propias de cada comunidad.

Posteriormente se dedicaron a los aspectos culturales que reflejaron en lapbooks muy completos.

Los alumnos se acercaron también a las costumbres gastronómicas de cada zona y lo hicieron de manera vivencial, aprendiendo a cocinar esos platos en la cocina del restaurante La Barra del Goloso, de la mano de un cocinero profesional. Tuvieron que prestar muchísima atención ya que posteriormente tendrían que replicar los platos en sus casas y ofrecerlos a sus familias durante la feria. En grupos por comunidades aprendieron a elaborar empanada gallega; chorizos a la sidra asturianos; tosta de anchoas cantábra; goxua; pinchos de relleno con pimiento; ensaladas aragonesas; pisto manchego; calçots al romescu; arroz al horno; ensaimadas; patatas a la riojana; torrijas; papas con mojo picón; pinchos morunos; salmorejo y gazpacho; tostadas de secreto con ajoblanco y bocatas de calamares.

Faltaba saber cómo realizar una feria turística, cómo construir los estand, qué tipo de información ofrecer y cómo atraer a los visitantes. Así que se desplazaron a Navartur, donde tomaron buena nota para crear su propio evento.
Decidieron añadir algo para entretener a los visitantes, investigaron los bailes populares de cada zona y aprendieron sevillanas, zortzikos, chotis y sardanas.

Llegó la tarde de la feria, el momento estrella de todo el proyecto. Decenas de niños y niñas ilusionados corrían por los pasillos y por el patio cargados de folletos, regalos y exquisitos platos de cada autonomía, elaborados previamente en sus casas. A pesar de los nervios, todo estuvo listo para recibir a las familias que acogieron con entusiasmo esta iniciativa. Deambularon por los diferentes estand, recibidos con alegría por los estudiantes que mostraban todo lo aprendido con una sonrisa y sin los nervios del examen. En cada estand encontraban una comida típica, folletos e información turística y cultural, un regalo –llaveros, marcapáginas, colgantes…– y una hucha solidaria para aportar la voluntad con destino al colegio de Mbandi en Kenia, con quienes hemos iniciado un hermanamiento.

Ha sido, sin duda, una gran vivencia que terminó con la exhibición de cuatro bailes típicos y con 100 chicos y chicas orgullosos del magnífico trabajo realizado. Los comentarios de las familias no dejaban lugar a las dudas, una experiencia para repetir.

Equipo educativo
Colegio “San Cernin” de Pamplona