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Adolescentes y abuelos, experiencia intergeneracional de cuidados

Si te digo que unos adolescentes sin profesor o familiar, totalmente solos, en su tiempo libre, deciden pasar la tarde en una residencia de tercera edad, ¿me creerías? Mira qué ha ocurrido para hacerlo posible. Es la evidencia de una experiencia maravillosa.
Martes, 29 de mayo de 2018
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Alumnos y mayores han participado de una experiencia educativa de aprendizaje mutuo.

En una sociedad en la que lo único que cuenta son los resultados económicos y los valores de productividad o de consumo, nuestros mayores quedan apartados por no ser productivos. Sin embargo, muchas familias quedan mantenidas, si no directamente, indirectamente por la pensión o por los cuidados de nuestros mayores hacia nuestros hijos, ayuda sin la cual, no podríamos conciliar nuestra vida laboral con la familiar. Por otro lado, los jóvenes están siendo manejados por las grandes empresas y el sistema económico actual de consumo, como el sector más maleable, objeto codiciado para llenar de sueños vacíos de valores, con el único deseo de tener y consumir, usar y tirar. ¿Tenemos algo que hacer o decir como docentes y como padres o tiramos la toalla?

Para comenzar solo había que observar en la vida de nuestro centro quiénes se encargan del cuidado diario de nuestro alumnado mientras sus padres trabajan. Por si fuera poco, les devolvemos estos cuidados con prisas, apenas tenemos tiempo de una charla tranquila, como mucho nos contentamos con un rato un día a la semana para calmar nuestra conciencia.

¿Qué respuesta podemos ofrecer a las necesidades observadas desde la escuela? Visibilizar a nuestros mayores, su dedicación, su historia, su sabiduría de vida, esa era la idea. La Educación intergeneracional y la metodología de aprendizaje servicio eran la respuesta que buscaba.

Y así surgió todo
Como cada año, siempre de la mano de las campañas de InteRed, desde el aula de Plástica de ESO trabajamos en el proyecto El arte como motor de cambio con la implicación de todo el alumnado. El objetivo es trabajar a través del arte en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. La sensibilización se convierte en el punto clave del proyecto. El alumnado debe visibilizarse como parte responsable de la ciudadanía, como parte de la cadena solidaria y transformadora de InteRed y sentir que con nuestra aportación individual conseguimos grandes logros colectivos, haciéndose realidad tangible el compromiso social.

En esta ocasión pretendíamos algo más. El proyecto debía salir del aula y que se extendiera al barrio de la mano de la campaña La revolución de los cuidados de InteRed, que pretende visibilizar los cuidados dentro de la estructura social actual, el ámbito familiar y el medio ambiente.

El proyecto de Educación intergeneracional ApS-Ballesol se desarrolla entre el alumnado de ESO del Colegio “El Armelar” de Paterna y la Residencia Ballesol-Valterna. Se ha estructurado en dos tiempos: el primero corresponde al curso pasado 2016-17 en el que a lo largo de cuatro jornadas en la residencia, el arte fue la excusa para una experiencia de vida en la que ambas partes convivieron, compartieron experiencias de vida y se retroalimentaron.

La experiencia consistió en un encuentro en el que se de-sarrollaron distintas dinámicas cooperativas que propiciaron el hermanamiento entre jóvenes y mayores. Tomando como referencia la obra de Keith Haring por su vitalidad, pintamos de dos en dos una pintura cuyo tema plasmaba estos cuidados que estábamos viviendo: el amor, la amistad, el encuentro y la vida. Fue una experiencia preciosa y conmovedora para todos y todas.

El segundo momento del proyecto se corresponde con las experiencias planteadas para este curso 2017-18 en el que el proyecto se amplia en varios sentidos:

– El número del alumnado que participa: pasamos de 20 a 151.

– El número de áreas y profesorado implicado es muchísimo mayor, pasando de de-
sarrollarse desde el área de Plástica a implicar también al profesorado de Religión, Música, Filosofía y Economía.

– El proyecto ha contado con espacios distintos muy diversos para su desarrollo. Hemos contado con el espacio de la residencia, con el del aula dentro del centro escolar, tanto a nivel de Educación formal como no formal, ya que tiene lugar tanto en tiempo lectivo como fuera de este, incluyendo celebraciones fuera del horario lectivo como la Navidad, la ofrenda de flores en la residencia, la falla o las Jornadas de Solidaridad en nuestro colegio.

– A nivel de temas trabajados se incrementa sustancialmente:

– Tiempo de Navidad. Con el alumnado de 1º y 3º de ESO, 135 alumnos. En el que hemos trabajado las costumbres y tradiciones, el concepto de consumo en la sociedad actual y el papel de la mujer.

– Nuestras Ttradiciones y las Fallas. Sostenibilidad y tradición. El valor de lo artesanal y los modelos actuales de consumo. 4º de ESO, 16 alumnos.

– Coro intergeneracional. Las canciones del ayer y del hoy. 3º de ESO, 30 alumnos.

– La familia del ayer y la de hoy. Los roles hombre y mujer. Economía y sociedad. Los valores familiares hoy. Tipos de familia. 4º de ESO,16 alumnos.

Los objetivos propuestos han sido:

– Crear un espacio de aprendizaje intergeneracional que favorezca el cuidado como metodología.

– Favorecer la cultura de los cuidados entre nuestro alumnado de manera que esto repercuta directamente en la vida de la comunidad y de su entorno.

– Generar una relación de intercambio intergeneracional que permita el reconocimiento de nuestros mayores como fuente de aprendizaje y sabiduría. Reconocer al joven por su vitalidad y entusiasmo como dador de vida, permitiendo el desarrollo de sinergia, empatía y autoestima, favoreciendo la corresponsabilidad y el aprendizaje mutuo.

– Desarrollar en nuestros jóvenes actitudes de respeto y admiración hacia nuestros mayores, así como de crecimiento personal a partir del reconocimiento del otro.

– Permitir un espacio de retroalimentación vital y participación ciudadana.

Después del desarrollo de estas experiencias hemos observado como nuestro alumnado ha cambiado su mirada hacia la tercera edad, como se ha volcado con sus familiares más mayores, como han buscado el encuentro y la escucha, hasta el punto de sorprendernos yendo a visitar a los residentes de Ballesol con sus familiares en su tiempo libre.

En palabras de Carmen, catedrática en Pedagogía jubilada y residente de Ballesol-Valterna, “cuando había perdido la esperanza de volver a un aula, surgió esta iniciativa de pasar unos días aquí que han sido uno de los momentos estelares de mi vida.”

Los alumnos opinan sobre la experiencia

– “Gracias por enseñarnos valores que recordaremos toda la vida, por abrirnos vuestro corazón y compartido vuestras experiencias y vida. Gracias por habernos dedicado vuestro tiempo en enseñarnos que la vida no es fácil y que tenemos que luchar por lo que verdaderamente deseamos. Queremos agradeceros vuestros consejos y queremos daros uno, jamás os rindáis porque sois personas maravillosas y siempre habéis ido hacia delante a pesar de las circunstancias y no vais a rendiros ahora. Nos encantaría volver a repetir esta experiencia muy pronto”, Alba Verdú, Alejandra Alfonso y Celeste Pimienta de 3ºESO.

– “Nos sentimos acogidos desde el momento en que entramos por la puerta, nos recibisteis con sonrisas y miradas de amor, de fuerza, de valentía… Muchos sentimos como si vosotros fuerais nuestros propios abuelos gracias a que vuestros rostros rebosaban de cariño, de aventuras vividas por contarnos, de ganas de vivir… por todo ello y por mucho más… gracias”, Claudia Burguete de 3ºESO

– Estamos seguros de que la Educación es la única herramienta capaz de generar ciudadanos libres, de espíritu crítico y comprometidos por un mundo mejor. Gracias a don Jesús Alcázar por abrirnos las puertas de Ballesol-Valterna como si fuera nuestra casa. Gracias a doña Fanny Fernández Matos (Tasoc) y a doña Loli Martínez Callado –psicóloga– por trabajar conmigo codo a codo y hacer de este proyecto una vivencia única. Un gracias enorme al alumnado del Colegio “El Armelar” por su ilusión y ganas de transformar. Gracias a cada uno de los residentes que han participado, de forma muy especial a Lorenzo, Carmen y un entrañable recuerdo a Rafael.

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