Críticas ante el retraso del préstamo de libros gratuito
El reglamento que sienta las bases de la Ley de Gratuidad de Libros de Texto en la Comunidad de Madrid ha suscitado interrogantes en las últimas semanas en distintos sectores de la comunidad educativa. La ley, aprobada a propuesta de Ciudadanos hace casi un año, establecía el carácter universal del préstamo gratuito en todas las etapas educativas desde el próximo curso.
Durante la primera sesión del control al nuevo Ejecutivo celebrada en la Asamblea de Madrid, el portavoz del partido naranja, Ignacio Aguado, recriminó la “dejadez”de la orden y su puesta en marcha de forma gradual. “Hay incertidumbre en la comunidad educativa, en profesores, centros y familias; falta de transparencia absoluta y sensación de dejadez y de desinterés por parte del Gobierno regional que preocupa”, aseguró. “No es un capricho, es una necesidad”, añadió Aguado.
Por su parte, el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, argumentó que la aplicación universal supondría “exponer a los responsables de los centros a una situación de inseguridad jurídica que ahora no tienen y que sí tendrían con una aplicación precipitada”. Asimismo, advirtió que hay que dotar al proceso de adjudicación de los libros de la “máxima transparencia jurídica” por parte de los centros “con arreglo a la Ley de Contratos, que también existe”.
Del mismo modo, explicó que “la única manera de garantizar estos requisitos es mediante un acuerdo marco a través del cual se puedan suscribir contratos, porque éstos en su mayor parte exceden las cuantías propias de contratos menores”. Un acuerdo marco en el que está trabajando el Gobierno pero que requiere “varios meses” de tramitación a partir del momento en que hay disponibilidad presupuestaria, concluyó.
“Tomadura de pelo”
La implantación del préstamo gratuito también ha generado críticas entre familias y sindicatos. Tanto la FAPA Giner de los Ríos como CCOO han coincidido en tildar de “tomadura de pelo” el reglamento, que en la práctica se limita a un sistema de préstamo en el que “las familias anticipan el coste de los libros, que se quedan en el colegio” y no serán gratuitos “hasta dentro de cuatro o cinco años”.
Según coinciden ambas organizaciones, “todo va financiado por las familias, no existe gratuidad. El alumno tras utilizarlos durante el curso los tiene que devolver y si algún libro no está en buen estado, los padres tendrán que volver a comprarlo”. Se entiende que este sistema “permitirá la gratuidad dentro de cuatro o cinco años, porque las familias habrán suministrado suficientes libros a la Administración como para recibir la misma cantidad de libros que ha entregado”, explica el presidente de la FAPA, Camilo Jené.
Para CCOO, “es un engaño a la ciudadanía y la responsabilidad es tanto del PP como de Ciudadanos, porque la gratuidad anunciada es un auténtico bluf a la opinión pública”, según su secretaria de Enseñanza, Isabel Galvín. “No hay financiación suficiente, es una ley que perjudica a las familias y quieren ponerla en marcha antes de entrar en vigor la nueva ley ya que pasaron el decreto por el Consejo Escolar pero aún no lo publicaron en el Boletín Oficial”, asegura Galvín.