fbpx

Porque yo no soy un dato, ni un registro ni un lead

José Mª de Moya
Director de Magisterio
22 de mayo de 2018
0

En estos tiempo de big data, a las personas se nos cuenta como registros o leads. Igual que al ganado se le cuenta por cabezas de ganado o a la fruta por piezas de fruta, a las personas los del marketing nos contabilizan como registros de una base de datos. Pongo un ejemplo de esta casa. El periódico MAGISTERIO se envía cada semana a los aproximadamente 70.000 profesores que están suscritos: cada uno trabaja en un centro distinto, imparte una asignatura distinta, tiene una trayectoria profesional determinada, unas motivaciones y unas desmotivaciones concretas, etc. Sin embargo, para una empresa de marketing digital solo serían 70.000 registros, leads, datos.

Sé que me estoy poniendo dramático. Sé que todo sociólogo está obligado a encasillar a la gente en estereotipos por más que cada uno seamos únicos. Es cuestión de operatividad, de eficacia. Sin embargo, quizá estamos yendo demasiado lejos con esto del big data o, más que lejos, estamos yendo demasiado solos porque hemos olvidado que detrás de cada lead hay alguien. Tal vez bastaría renombrar los conceptos para volver a poner las cosas en su sitio. Recuerdo que hace pocos años, en las escuelas de negocios, a la asignatura de Dirección de Recursos Humanos se le empezó a llamar Director de Personas. Era un modo de recordar que un empleado no es solo un recurso humano.

Por todo esto y en términos generales, me gusta el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) que entra en vigor este jueves, que afecta directamente a los centros de enseñanza y que diseccionamos meticulosamente en una amplio reportaje en página 5. Afecta a los colegios por doble motivo, porque son entidades que manejan bases de datos y porque muchos de sus registros (con perdón) son menores de edad…

Sí, nos complica la vida a quienes trabajamos con bases de datos, pero será una oportunidad para humanizar la relación con nuestros clientes, proveedores, empleados… familias, alumnos… Una oportunidad para superar el modelo obsoleto de seguridad en el tratamiento de los datos y reemplazarlo por el concepto de identidad digital, de respeto y de ciudadanía. Por ahí hay que ir.

0
Comentarios