Los docentes de Cantabria piden la dimisión del consejero por el calendario escolar
Miles de maestros y profesores salieron a la calle la semana pasada para manifestarse por la postura de Educación y la falta de organización en el calendario escolar y la reducción de la jornada lectiva de los meses de junio y septiembre. En la misma protesta pidieron, además, la dimisión del consejero Francisco Fernández Mañanes.
La mayoría de los manifestantes iban vestidos con camisetas verdes a favor de la enseñanza pública y pidieron a gritos que dimitiera Mañanes a través de diferentes eslóganes, como “luego diréis que somos cinco o seis”. Algunos de ellos, incluso, hicieron sentadas en medio de la calle en su recorrido por el centro de la ciudad.
Dicha manifestación puso fin a la jornada de protesta en la que se produjo una huelga en todos los centros de Primaria e Infantil de Cantabria, además de una concentración ante la sede de la Consejería de Educación que tuvo lugar por la mañana. La protesta partió de la sede de la Consejería en la calle Vargas de Santander para llegar hasta Correos y estuvo encabezada por una pancarta en la que se podía leer “Por dignidad, por orgullo, somos docentes” y “Por su bienestar, por el derecho de las familias”.
La Junta Personal Docente (STEC, ANPE, CCOO y UGT) insistió en que esta movilización no estaba motivada por reivindicaciones laborales de profesores ni buscan que se trabaje menos horas, sino que “es una batalla por la calidad de la enseñanza”, por el beneficio de los alumnos y para poder planificar mejor el trabajo en el aula.
Los representantes de los docentes pidieron que se cuente como jornada lectiva todas las horas, contando las actividades extraescolares y complementarias, como salidas y semanas culturales o incluso viajes de estudios que se realizan. Sin embargo, el consejero Mañanes rechazó de manera rotunda esta petición porque “no es posible” y aseguró que Educación no tiene ninguna intención de rectificar sobre la decisión que se tomó hace ya unas semanas. Los sindicatos quisieron advertir que si el consejero no rectifica pronto, el conflicto seguirá en el mes de septiembre.