Cuídate de las recetas mágicas y de los gurús
Ciertas cosas con buena fama, muy de moda, no funcionan; lo mismo es cierto al revés. Y no tiene sentido que las escuelas sigan perdiendo el tiempo”. La frase sería una vulgar provocación si no fuera porque su autor es Kevan Collins, jefe ejecutivo de la Education Endowment Foundation (EEF), entrevistado esta semana por MAGISTERIO. La frase tendría poco fundamento científico si no fuera porque la EEF se ha convertido en la referencia global de la investigación educativa desde que en 2011 fuera erigida por el gobierno británico. Y porque ha financiado desde su fundación 13.000 investigaciones educativas en todo el mundo con un presupuesto cercano a los 250 millones de euros. Las investigaciones del EEF están sirviendo para derribar algunos falsos mitos y pone un par de ejemplos: no existe evidencia empírica de que un profesor de apoyo en el aula y una menor ratio de alumnos mejore los resultados con carácter general.
Collins lidera una cruzada contra el encanto de la recetas mágicas y de los gurús educativos en el país de la recetas mágicas y de los gurús educativos. Su flema británica le impide dar nombres pero fácilmente nos vienen media docena a la cabeza. “Estoy más seguro que antes [de dedicarme a la investigación empírica] de que en este campo no existen remedios mágicos. Lo único que ayuda en todos los casos es invertir en el profesor para que se convierta en el mejor profesional posible”. Me atrevo a apostillar que aún sería mejor conseguir que llegarán a las aulas ya convertidos en el mejor profesional posible, tras haber completado su formación y acreditado su competencia en unas rigurosas y amplias prácticas docentes. De ese modo nos ahorraríamos buena parte de esa inversión posterior. Esto señala directamente con el dedo acusador a ese MIR que nunca llega y a las facultades.
Pero sobre todo Collins nos devuelve la esperanza. Rescata la figura de ese maestro arrinconado en medio de tanta metodología, de tanta reforma. “Las decisiones con mayor impacto no surgen del gobierno, ni siquiera del equipo directivo, sino que se originan y se llevan a cabo por los propios profesores en sus aulas. Lo que importa es el profesor y su calidad docente, no grandes reformas estructurales”.