“En cinco años en España se necesitarán 100.000 personas con perfiles tecnológicos”
La Fundación Altran para la Innovación y el Club Excelencia en Gestión han presentado Be Talent STEAM, una plataforma de colaboración abierta que pretende impulsar la transformación del modelo educativo, respondiendo a la nueva realidad, en continua transformación y a un ritmo vertiginoso. Be Talent STEAM busca dar soluciones a muchos de los retos con los que se enfrentan todos aquellos que consideran la Educación el eje vertebrador para una sociedad más comprometida, solidaria y equitativa, más innovadora y competitiva. Hablamos con dos de sus responsables.
Nos hemos dado cuenta de que las niñas y, después, las jóvenes y mujeres, tienen una mayor tendencia hacia lo social
"¿En qué consiste el proyecto Be Talent STEAM?
(A.S) El proyecto nace con una ambición más grande de lo que luego vamos a abarcar en la primera etapa. El objetivo más importante es ser capaces de promover las competencias de las vocaciones STEAM, porque dentro del mundo tecnológico se necesitan muchas personas con esas habilidades. Nosotros hacemos una previsión de que en cuatro o cinco años se necesitarán 100.000 personas en España con perfiles y competencias digitales y no tendremos esa población preparada. La Fundación Altran trata de ser la voz de desarrollo de las vocaciones tecnológicas.
¿Cómo ligáis las vocaciones científicas a los proyectos sociales?
— (A.S) En esta primera etapa lo que hacemos es un concurso de ideas innovadoras. El leitmotiv que hace que los chavales participen en este concurso son proyectos que surgen de los objetivos de desarrollo sostenible.
— (O.C.) Con la plataforma Be Talent STEAM que hemos creado y que lideramos, en este caso con el Club Excelencia en Gestión, buscamos ser el impulso para lo que hemos denominado Red Colaborativa de Stakeholders del sector educativo.
Hay asignaturas, como las Matemáticas, en las que la metodología no ha sido la adecuada para para despertar el interés por las STEAM
"¿Algún dato concreto sobre el concurso de ideas?
—(O.C). Trabajaron ocho colegios, cuatro públicos y cuatro privados, hermanados entre sí. Esto significa que un colegio público se unió a uno privado que anteriormente no habían tenido ninguna relación laboral ni profesional. Se crearon equipos de cuatro o seis alumnos entre primero y segundo curso de la ESO. Hemos seleccionado esta edad porque es un momento previo a la selección de la carrera que van a elegir, por lo tanto nos interesa mucho anticiparnos a lo que los chicos seleccionen.
— (A.S) En los estudios publicados, las niñas y, por tanto después las jóvenes y las mujeres, tienen una mayor tendencia hacia lo social, lo que les lleva a elegir bachilleratos de Ciencias Sociales, que al final les pone un embudo muy concreto a una serie de actividades o de estudios. Si son conscientes de que con matemáticas o con física también se toca el aspecto social, quizá abren la mente de una forma distinta.
El leitmotiv que hace que los chavales participen son proyectos extraídos de los Objetivos de Desarrollo
"¿Estáis de acuerdo con que la tecnología debe ir de la mano con las ciencias sociales y humanidades?
— (A.S) Sin ninguna duda. La gente tiene que tener cultura, saber hablar, escribir, pensar, buscar, etc. Y lo que hace la tecnología es facilitar, pero no es el leitmotiv.
¿Qué posibilidades hay de evitar ese odio a las ciencias?
—(O.C) Ahí entra también el entorno familiar. Hay asignaturas en las que la metodología quizá no ha sido la adecuada. Las matemáticas tienen que ser un vehículo.
¿Apostáis por la Formación Profesional?
— (A.S) Mucho. Nosotros tenemos un porcentaje muy fuerte de gente que viene de módulos de Formación Profesional, tanto de grados medios como superiores. Cada vez somos más las empresas que estamos esperando acoger a gente de formación dual.
Cada vez somos más las empresas que estamos esperando acoger a gente de formación dual
"¿La mujer, por su género, puede estar más condicionada a estudiar determinadas carreras y no otras?
— (A.S) Creo que es un tema de patrón social y cultural que se va impregnando. Parece ser que biológicamente nos tienen preparadas para la maternidad, y como existe el mito de que el que estudia determinadas carreras como ingeniería le tiene que dedicar muchas horas, se pone en contradicción con la conciliación. Algo hay ahí que les haga pensar en elegir otro tipo de estudios.
Si consiguiéramos quitar esos estereotipos, ¿debería haber el mismo porcentaje de mujeres y hombres científicos?
—(A.S) Sí, debería. Lo que hemos notado es que cuando escalas dentro del mundo profesional en las empresas tecnológicas, el número de ingenieras o científicas que tienen puestos de responsabilidad desciende mucho más.
(O.C) Todo esto se potenciaría si desde edades tempranas los alumnos ven que es lo mismo ser ingeniero que ingeniera, que no es una cuestión de género.