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La actividad física mejora la capacidad de atención en los niños con TDAH

Con un programa de ejercicios debidamente estructurado, los resultados en los alumnos son palpables a partir de la tercera semana de entrenamiento.
Adrián ArcosMartes, 1 de octubre de 2019
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El ejercicio de intensidad moderada y aquellos deportes que trabajan la resistencia cardiorrespiratoria contribuyen a mejorar la atención de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Así lo refleja el estudio Actividad física y atención en escolares diagnosticados TDAH: revisión de estudios longitudinales, publicado recientemente por la Universidad de Santiago de Compostela a cargo de investigadores de la Universidad de Jaén.

El estudio demuestra cómo la actividad física mejora no solo la atención, sino también la inhibición, el control de las emociones, el comportamiento, la condición física, la motricidad y, por supuesto, la salud. Y no hace falta mucho tiempo para ver los resultados, ya que son palpables a partir de la tercera semana si se realiza un programa debidamente estructurado.

Existe un abanico amplio de deportes y actividades físicas que son fácilmente adaptables a la capacidad y motivación de los alumnos.

Existe un abanico amplio de deportes y actividades físicas que son fácilmente adaptables a la capacidad y motivación de los alumnos. Deportes como la natación, el tenis de mesa o la esgrima, por ejemplo, son ideales para disminuir la inquietud y mejorar la atención. Incluso el estudio cita diversos videojuegos que, a través de los dispositivos electrónicos, motivan el movimiento de los alumnos.

Este estudio ha servido a la Copa Covap –iniciativa deportiva y educativa dirigida a niños andaluces de 10 y 11 años– y a doctores del Hospital Universitario Reina Sofía (HURS) de Córdoba a justificar la importancia que tiene la actividad física sobre la atención en jóvenes con dificultades de aprendizaje. El ejercicio físico ayuda al funcionamiento del organismo, incrementa la autoestima, favorece la autonomía y facilita la creación de hábitos de vida saludables. Por este motivo, tanto la Copa Covap como el HURS consideran que los programas que combinan la actividad física con el control conductual deberían ser promovidos durante la infancia desde el ámbito educativo y familiar. 

Mejor salud mental

La actividad deportiva tiene efectos positivos para la salud mental, aparte de los beneficios vinculados a las relaciones interpersonales y la creación de valores. “Se trata de una buena herramienta de prevención de trastornos mentales como la ansiedad o la depresión”, asegura la doctora Teresa Guijarro, psiquiatra del HURS, quien añade que “la práctica habitual del deporte favorece la liberación de endorfinas que mejoran la situación anímica y provocan sensación de bienestar”.

No obstante, preservar un buen estado psicológico también depende de los hábitos de vida saludables y de la alimentación. “Dormir poco o alteraciones cualitativas en la ingesta de alimentos son elementos que afectan a la conducta, la capacidad de atención y al aprendizaje”, añade la especialista del HURS.

Por tanto, el hecho de no llevar a cabo una vida saludable puede acarrear problemas. Como explica la doctora a modo de ejemplo, “a veces, nos podemos encontrar con dos casos extremos en torno a la alimentación: una enfermedad mental, como es la anorexia, o un trastorno orgánico que incide sobre la autoestima, como la obesidad”.

El ejercicio físico ayuda a reforzar el sistema nervioso para mitigar o retrasar los procesos neurodegenerativos.

También cabe subrayar el papel que ejerce el ejercicio físico como neuroprotector, es decir, como factor que ayuda a reforzar el sistema nervioso para mitigar o retrasar los procesos neurodegenerativos propios de enfermedades como el alzhéimer o las lesiones cerebrales. Gracias a estos beneficios neuroprotectores, el deporte podría considerarse una estrategia preventiva no farmacológica de relevancia.

En este sentido, a lo largo de sus siete ediciones, la Copa Covap ha querido destacar la importancia de mantener hábitos de vida saludables y una alimentación sana y equilibrada con más de 25.000 niños de 10 y 11 años y 50.000 familiares a través de charlas pedagógicas impartidas por un equipo de psicólogos y nutricionistas en paralelo a las competiciones deportivas de fútbol y baloncesto.

Como explica Rafael Guerrero, director comercial de Covap, “se ha puesto el foco de atención en los beneficios del deporte a la hora de despertar la motivación, aumentar la confianza en los más pequeños y favorecer la concentración y el rendimiento”.

Beneficios psicológicos

Los expertos del HURS consideran la actividad física como una herramienta más del tratamiento psicoterapéutico y recomiendan su práctica con frecuencia por los beneficios que aporta:

  1. Menos probabilidad de sufrir un deterioro cognitivo o enfermedades como el alzhéimer.
  2. Favorece la facultad de llevar a cabo una rutina, disciplina y capacidad de concentración.
  3. Facilita la socialización y valores como lealtad, compañerismo o afán de superación.
  4. Ayuda a conciliar el sueño, además de dificultar la aparición del insomnio.
  5. Permite despejarse a quien la practica y aumenta el nivel de energía.
  6. Estimula la proactividad y la creatividad.

El carácter preventivo que tiene el deporte estimula a los padres a inculcar a los más pequeños el hábito de realizarlo, ya que los progenitores juegan un papel primordial a la hora de planificar tanto la Educación como las actividades diarias de sus hijos.

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