Las claves para fomentar la lectura en las aulas sin imponerla

Poder trasladarnos a otro mundo, empatizar con los personajes o sentir una sensación de bienestar al acabar un buen libro son algunas de las sensaciones y experiencias que consigue la lectura. Actualmente, el alumnado sabe leer, pero la mayoría de las veces no profundiza en el texto e incluso no lo entiende. Por ello, un factor clave a la hora de fomentar la lectura en las aulas es que el profesorado comparta con sus estudiantes su pasión por la lectura. Y no, no solo nos referimos al docente de Lengua y Literatura, sino a todos los maestros de cualquier asignatura, puesto que lograr un vínculo entre el alumnado y los libros es una tarea que implica a toda la comunidad educativa.

“Hay que diseñar un proyecto de lectura dentro del proyecto educativo en el que el maestro sea el gran mediador”, explicó la presidenta de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, Marta Higueras, durante la apertura de las segundas Jornadas de Animación a la Lectura, Leer en la aulas que se celebraron en la biblioteca regional Joaquín Leguina. Por su parte, la subdirectora general del Libro de la Comunidad de Madrid, Isabel Moyano, subrayó que es una “prioridad el fomento de la lectura entre niños y jóvenes”.

Un animador a la lectura pretende atrapar lectores de cualquier edad e interés. Estas premisas son las que están siguiendo Soraya Herráez y Rebeca Martín a través de su empresa emergente: Un Punto Curioso. Su fin es desarrollar la animación lectora y la creatividad con el objetivo de impulsar la imaginación y facilitar la adquisición de destrezas de lectoescritura a través de la literatura.

Así pues, con una exposición totalmente dinámica, estas dos animadoras compartieron con el público algunos libros que el profesorado de cualquier materia puede utilizar para devolverle a la lectura el valor principal que merece como fuente de conocimiento y disfrute a la vez.

Algunos de los ejemplares fueron: Los opuestoros de Sebastián García en el que a través de la lectura de las imágenes de dos toros hay que adivinar los antónimos o  Matemáticas para niños de Raúl Vacas que crea poesía con las palabras que esconden números como bizcocho o pescados.

“Animar a la lectura es convencer, pero de una manera amable. No se puede imponer la lectura, hay que enganchar a los niños”, afirmó la cuentacuentos, Estrella Ortiz. “Lo fundamental es la magia y la libertad para leer” prosiguió. Por su parte, el autor e ilustrador, Andrés Guerrero, explicó que los encuentros en las aulas son una herramienta imprescindible. “Lo más importante es conectar emocionalmente con los niños”.

La directora del Ceips “Isabel La Católica”, Sara Parras, comentó que los centros “tienen que actualizarse y conocer a sus alumnos para saber qué libros van a querer leer”. Por eso, “hay que hacer un plan atractivo de lectura”. Por otro lado, la profesora de la Universidad Autónoma, Nieves Martín, explicó que lo más importante es la metodología, puesto que “hay que acercar la lectura a los niños de una manera más lúdica y participativa”.

Finalmente, estas jornadas profundizaron en cómo sacar el mayor partido a la lectura en el aula y cómo enfrentarse al grupo; así como en parámetros e indicadores para conseguir una buena selección de lecturas por franjas de edad y de interés.

• El Estudio de hábitos de lectura en la Comunidad de Madrid 2018, realizado por la Subdirección General del Libro, recoge los siguientes resultados.

• El 79,3% de la población de la Comunidad de Madrid de 14 años o más lee libros. Un 72,4% lee libros por ocio en su tiempo libre y un 34,3% lee por motivos de trabajo o estudios.

• El 86,1% de los menores, con edades entre 10 y 13 años, lee libros en su tiempo libre al menos una vez cada tres meses.

• El 12,4% de la población de la Comunidad de Madrid mayor de 14 años compró libros en formato electrónico en el último año. La media de contenidos electrónicos comprados fue de 8,3.

• Además del castellano, los menores madrileños leen en otros idiomas, sobre todo los estudiantes de Secundaria y de Bachillerato (de 12 a 17 años) y los jóvenes adultos (de 18 a 25 años). El segundo idioma en el que más se lee es el inglés, llegando así al 57,8% de la población de 12 a 17 años.