Las redes enredan

Cualquiera sabe que las redes le están complicando la vida. Todos dedicamos con frecuencia demasiado tiempo a mirar internet, con la cosa de que no siempre vale la pena, sino que nos enreda, sobre todo en temas de salud o cuando se ve que alguien quiere poner a parir a alguien, y lo hace venga y venga. El típico estudio ponderado de una universidad norteamericana que ha investigado el asunto afirma con rotundidad: “Las personas que confían en las redes sociales para obtener información tienen más probabilidades de estar mal informadas que las que confían en los medios tradicionales”.

¿A quién no se le ha ocurrido en alguna ocasión mirar si la red te informa de algo que te provoca curiosidad, sin saber mucho o nada de ello? Wikipedia vive de eso, pero cada vez son más las que intentan satisfacer con argumentos con frecuencia más alejados de la realidad, jugando con el morbo de querer saber algo con la facilidad de tocar una tecla, en vez de meterse en estudios más profundos, que llevan más tiempo y que con más frecuencia no acabas entendiendo bien. Particularmente está sucediendo con el malvado coronavirus chino: ha pasado del 19% al 64% el número de búsquedas sobre un tema del que todavía ni los científicos saben la solución. La prisa mata.