Una lucha diaria por los derechos de las niñas en Chad

En pleno corazón de África se encuentra Chad, uno de los países más difíciles para combatir las desigualdades que sufren las niñas debido a las numerosas trabas que encuentran para acceder a la Educación y a una cultura discriminatoria y arraigada.

Ante esta realidad, la fundación Entreculturas trabaja con el programa La Luz de las Niñas que pretende disminuir la situación de violencia física, psicológica y sexual que sufren las niñas a través de la adecuada atención, la prevención de la violencia y el acceso de las jóvenes a la Educación.

Para apoyar la labor y el trabajo que desempeñan, la cantautora y activista social Rozalén y la intérprete de lengua de signos Beatriz Romero, se encuentran inmersas en un viaje a Chad que comenzó el pasado 24 de febrero y que finalizará el próximo 5 de marzo.

En esta aventura, Rozalén y Beatriz han podido conocer los campos de refugiados de Goz Beida situados al este de Chad en la frontera con Sudán y la región de Guera en la zona central del país.

Además, han tenido la oportunidad de participar en un evento en Ndjamena a favor de las niñas junto a Yasmine Abdallah, artista y activista chadiana por los derechos de las niñas, y Sima Isaak, una joven refugiada de Goz Beida y referente de la campaña La Luz de las Niñas en Chad.

Un viaje en el que han escuchado testimonios, de primera mano, de los distintos tipos de violencia y discriminación a los que se enfrentan las niñas en Chad, los cuales vulneran sus derechos fundamentales, especialmente su derecho a la Educación, donde apenas el 12,8% de las mujeres supera el analfabetismo.

El año pasado, Rozalén y Beatriz tuvieron la oportunidad de conocer el trabajo de Entreculturas en Guatemala. Ambas pudieron visitar los centros educativos del país, auténticos espacios seguros en entornos violentos.

En esta ocasión, ambas declararon que se adentraban en la aventura con todos los sentidos abiertos y con muchas ganas de conocer cómo es el día a día de los campos de refugiados, así como de poder dar voz.

“Se crea algo muy potente con la música, un vínculo muy especial. Las personas somos mucho más parecidas de lo que pensamos y a todas las personas nos preocupa nuestro futuro. Será un viaje duro, pero muy importante para nosotras”, explicaron.

Según los últimos datos de la fundación Entreculturas, 200 millones de niñas y mujeres en el mundo han sido víctimas de mutilación total o parcial y, además, 12 millones son casadas, cada año, antes de los 18 años.

Para paliar esta situación, Entreculturas trabaja en 37 países del mundo, adaptándose a las realidades, prioridades y necesidades específicas de cada ubicación geográfica.

A través del programa La Luz de las Niñas en Chad, Entreculturas trabaja apoyando a 13.107 niñas y adolescentes a través del reparto de material para la higiene personal, de la construcción de letrinas y espacios seguros para ellas y a través de la formación y capacitación en temas de salud sexual y reproductiva.

Al igual,  también se trabaja para prevenir el abandono escolar de las jóvenes.

Así, se han conformado los Clubes de Niñas, espacios seguros donde las jóvenes pueden expresar libremente sus preocupaciones y dudas sobre la menstruación, los cambios físicos y emocionales que ocurren durante la pubertad, la prevención del embarazo precoz y la violencia sexual.

Además, para sensibilizar a la comunidad y a las familias, se convoca un fin de semana dedicado a las niñas, cuyo objetivo es concienciar sobre la importancia de la Educación y prevenir el matrimonio infantil.

Una lucha constante por una infancia en igualdad de oportunidades para las niñas, libre de miedos, de amenazas y agresiones porque, tal y como defiende la fundación Entreculturas, “queremos que brille su luz”.