El nuevo consejero canario se desdice en su primera semana
Valbuena comparece en el Parlamento como consejero de Educación. GOBIERNO DE CANARIAS
La pasada semana dejaba su cargo el director general de Innovación Educativa, Gregorio Cabrera, primero, y la consejera, María José Guerra, acto seguido. El motivo: diferencias irreconciliables sobre la desescalada educativa, con la consejera considerando que la asistencia debía dejarse a juicio de los profesores y el director, a elección de las familias de los estudiantes (de 6º de Primaria, 4º de ESO y 2º de Bachillerato).
Una semana después, el nuevo consejero provisional de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, el también consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena (PSOE), se ha encontrado ante la misma disyuntiva.
Si el miércoles en su comparecencia en el Parlamento aseveraba que la vuelta a las aulas (a partir del miércoles 3) sería voluntaria únicamente para el alumnado – “No es necesario decir explícitamente que el profesorado “está obligado” a incorporarse, porque cualquier profesor tiene un elevado sentido de servicio público y de su función educativa”–, dos días después, en su reunión con los representantes sindicales, se retractaba.
La orden para el final de curso, anunciada por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, para la semana pasada, llegaba a los sindicatos en su versión definitiva el domingo por la tarde. En ella consta que no será obligatorio para los profesores impartir clases presenciales y que se priorizará la enseñanza telemática. Confirma que ningún alumno de Primaria volverá, por problemas con el comedor y transporte. Los alumnos que han de volver, por su vulnerabilidad social o dificultades de aprendizaje, los determinará el equipo docente. Corresponde a los directores la planificación de la vuelta y a la Consejería, la responsabilidad sanitaria.
Desde los sindicatos se valoró “la prudencia del nuevo plan de desescalada educativa”, en palabras del presidente de Anpe Canarias, Pedro Crespo, presente en la Mesa Sectorial del viernes. Para él, es importante que la Administración “haya priorizado la seguridad de la comunidad educativa y solo plantee la docencia presencial en casos excepcionales en las escasas semanas que quedan de curso”. A su juicio, el nuevo documento “significa un avance considerable con respecto a la situación de inseguridad en la que se encontraba el sistema educativo canario, pues se centra en atender al alumnado con más dificultades con garantías de seguridad y en planificar el próximo curso de la forma más adecuada”.
Para Fernando Pellicer, portavoz de Stec-Ic, “dado que no se han hecho los deberes, más que tensar la cuerda a última hora se debería reforzar la enseñanza telemática, terminar de distribuir los 10.000 tablets con conexión anunciados hace tres meses, que no sabemos en qué estado están, y centrarnos en preparar el enormemente complejo inicio de curso 2020-21”.
El consejero reconoció que el próximo curso es el problema que más le preocupa.