Asturias contratará 400 profesores para recuperar la enseñanza presencial

Los más de 500 centros existentes en Asturias deberán presentar planes de contingencia para adaptar sus instalaciones a las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias y educativas de forma que será necesario crear 286 nuevas unidades para cumplir las ratios fijadas y la obligatoriedad de guardar una distancia de seguridad de 1,5 metros. Así, el número máximo de alumnos por clase hasta cuarto de Primaria bajará de 25 a 20 para cumplir con el límite establecido por el Ministerio de Educación y se mantendrá en el resto de cursos dado que Asturias ya se situaba por debajo del mismo.

La inversión necesaria para afrontar esta adaptación a la situación de pandemia, tras un tercer trimestre del curso 2019-2020 que se desarrolló de forma telemática, se elevará a 30 millones de euros procedentes del fondo de compensación habilitado por el Gobierno central.

El uso obligatorio de mascarillas en los centros dependerá de las recomendaciones que realice la autoridad sanitaria y se mantendrán los servicios de transporte y de comedor escolar, para el que podrán habilitarse turnos al igual que para la entrada y salida de los centros o los recreos.

La inmensa mayoría de centros de la red pública asturiana disponen de espacios suficientes para adaptarse a las nuevas exigencias a las que obliga la pandemia salvo tres o cuatro de Oviedo y Gijón, cuyos ayuntamientos ya han puesto a disposición del Principales locales para que se puedan impartir las clases con normalidad a partir de septiembre.

El plan diseñado por la Consejería de Educación no prevé que sea necesario abrir los centros por las tardes y, en el caso de la Educación de 0 a 3 años, se trasladará a los ayuntamientos un borrador de propuestas con medidas higiénicas que deben tener el visto bueno de Sanidad para que realicen aportaciones sobre el modelo de funcionamiento a seguir en el próximo curso.

Las directrices del próximo curso para la Educación no universitaria en Asturias, que cuenta con unos 135.000 alumnos y más de 15.000 docentes, han sido presentados por la consejera del ramo, Carmen Suárez, junto al vicepresidente del Gobierno, Juan Manuel Cofiño. Según Suárez, ante una situación «inimaginable para que la que ningún sistema educativo estaba preparado» el último trimestre del pasado curso debe servir de referencia ante la posibilidad de que se produzca un nuevo confinamiento, pero la apuesta del Gobierno para por recuperar la «insustituible» presencialidad en las aulas.

A su juicio, aunque los resultados de la EBAU –con un 95 por ciento de aprobados– es un indicador de la calidad del sistema educativo asturiano, la formación por vía telemática «reproduce la desigualdad, aumenta la brecha educativa y dificulta el acoplamiento de las familias con pocas competencias». De esta forma, ha subrayado, la presencia en el aula supone «un factor de compensación» que compensa las diferencias educativas y sociales además de constituir un espacio de socialización «imprescindible» aunque al comienzo del curso se potenciará, tanto para alumnos como docentes, la formación relativa al uso de herramientas online ante el riesgo de un nuevo confinamiento.

Según la consejera, de cara al nuevo curso «más que desdoble de aulas» se deberá hablar de «agrupamientos flexibles» constituyendo grupos que no superen la ratio establecida pero que sean estables y que tengan contacto con el menor número posible de profesores y únicamente con alumnos de su mismo curso.