Myriam Ferreira: “Las Humanidades están llenas de potencialidades ocultas”

Myriam Ferreira es doctora en Historia del Arte, profesora de Historia del Arte y coordinadora del Grado en Humanidades en UNIR. En esta entrevista, desmonta los tópicos que aún existen sobre las carreras de Humanidades y anima a los alumnos a descubrir todas sus potencialidades de cara al futuro.

Normalmente se suelen relacionar las carreras humanísticas con falta de empleabilidad. ¿Es una realidad o un tópico?
Los ámbitos de Humanidades tienen tanta amplitud que luego necesitas una especialización y una formación secundaria. Por ejemplo, si tú estudias Medicina, sí que tienes diferentes ámbitos en los que trabajar porque está bastante encauzado. De igual forma, si estudias derecho, puedes optar por oposiciones, por el máster de abogacía o por algún tipo de asesoría jurídica, pero también parece más definitivo hacia dónde te vas a dirigir. En cambio, las Humanidades son un ámbito menos cerrado, y en ese sentido, necesitas un plus de esfuerzo por tu parte a la hora de decidir hacia dónde te quieres dirigir a la hora de trabajar.

Parece que la salida más lógica suele ser la docencia.
Es verdad que es una salida, pero no la única. Nos encontramos con bolsas enteras de personas de Geografía e Historia que en cuanto llegan las oposiciones se vuelcan a estudiarlas en esa especialidad, y es físicamente imposible que todos los que hemos estudiado, acabemos siendo profesores de instituto, y ni te cuento en el ámbito de la universidad. Eso a veces juega en nuestra contra, y tenemos que saber que las Humanidades están llenas de potencialidades ocultas que hay que ir descubriendo y que probablemente reduciría ese porcentaje de personas que no están empleadas porque no las han descubierto.

¿Cuáles son esas potencialidades?
Las carreras de Humanidades son muy versátiles. Hace poco, en mi universidad tuvimos una conferencia con un especialista en robótica y programación, y nos decía que esos sectores, por ejemplo, se buscan muchos filósofos, sobre todo del ámbito de la lógica; también se buscan muchos lingüistas porque son los que permiten ver cómo funciona el cerebro humano y los fundamentos de la comunicación para aplicarlos al pensamiento de las máquinas y la robótica. Con lo cual, esa es una potencialidad insospechada hasta esos momentos y donde realmente se están buscando perfiles relacionados con las Humanidades.

Pero sí que se suele pensar que en una sociedad cada vez más tecnológica, las Humanidades tienen poca utilidad.
Pero la tecnología es solo una herramienta que te da el «cómo». Luego hay que saber emplearlo, y las posibilidades de uso vienen dadas por los especialistas de otros ámbitos. No te sirve de nada saber informática si eso no puedes desarrollar aplicaciones, usos y empresas a las que darle su sentido. En el «para qué» y en el «por qué» es donde se puede aportar mucho desde otros ámbitos como las Humanidades.

¿Son carreras fundamentalmente femeninas?
Habitualmente se suele considerar que sí, pero no quiere decir que sean mayoritariamente femeninas. Estamos acostumbrados a carreras que sí que son mayoritariamente femeninas como Magisterio o Enfermería, e incluso en ellas cada vez hay más presencia de chicos. En el caso de Historia, Geografía, Humanidades, Filosofía, e incluso Arte, yo creo que está bastante equilibrado. No es tan aplastante como pueda parecer.

¿También es un tópico que suelen ser carreras más fáciles?
Las carreras de ciencias suelen relacionarse con comprender y saber aplicar, mientras que las de letras son más de estudiar y memorizar, y no necesariamente es más fácil estudiar y memorizar. Pero incluso eso también sería un tópico, porque en todos los ámbitos necesitas tener unos conocimientos aprendidos y soltura para saber aplicarlos y desarrollar nuevas vías. Yo creo que las personas somos diferentes y tenemos capacidades diferentes a la hora de estudiar. Entonces, ves a personas que tienen una capacidad técnica impresionante. Otros en cambio tienen mucha curiosidad para saber cómo funciona la naturaleza, los organismos vivos…; y otros son ratones de biblioteca, y ahí me incluyo yo: dame un libro y me has hecho la persona más feliz del mundo, con lo cual en mi caso yo tenía clarísimo que una carrera de letras esa lo mío, no porque no tuviera capacidad para otras cosas, sino porque era con lo que yo me sentía más realizada.

¿Crees que es importante que los alumnos se guíen por su vocación más que por las salidas laborales o tendrían que combinarse ambas cosas?
Lo ideal sería combinar ambas cosas. Porque a veces parece que vamos un poco a tiro hecho: «me gustan los niños y voy a estudiar Magisterio»; y luego te puedes encontrar que hay pequeñas carreras que son cada vez más pujantes y que también responden a lo que a ti te gusta y con lo que te sientes realizado.

¿Qué papel van a tener las Humanidades en esos empleos del futuro que todavía no sabemos cuáles van a ser?
Una persona que estudia una carrera de letras porque le interesa y le fascina, que tiene esa capacidad de ser valiente y decidirse, en principio también puede tener también esa flexibilidad a la hora de adaptarse a las cuestiones que van saliendo. Hay un refrán que dice “uno estudia lo que quiere y trabaja en lo que puede”. Yo creo que lo importante es estudiar aquello en lo que ves que se desarrollan tus potencialidades y que realmente te interesa, pero luego también tener un espíritu de no ir a remolque, de no esperar que te creen el trabajo que tú has querido desarrollar para siempre. Ahí necesitas moverte, estar atento de las ofertas que salen, ver qué formación avanzada puedas necesitar para esos trabajos que puedan salir; y leer, estar atento a la prensa, ver las áreas más pujantes. Así cuando salgan esos trabajos del futuro, tienes toda la formación y toda la disposición para ser capaz de desarrollarlos.