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Pablo Lara: “Digitalizar es un proceso, no es solo cambiar de soporte”

Lara advierte de que si queremos avanzar hacia un aprendizaje más activo y competencial no podemos seguir con los libros de texto ni con las aulas huevera; por eso anima a cambiar el proceso y no solo el soporte.
Adrián ArcosMartes, 27 de octubre de 2020
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Pablo Lara lidera aulaPlaneta, impulsora de proyectos digitales.

Pablo Lara forma parte de la tercera generación de los Lara y actualmente es el director general del Área de Educación del Grupo Planeta, desde donde lidera aulaPlaneta, impulsora de proyectos y contenidos digitales para la evolución y mejora del aprendizaje del alumno.

¿Cuál es el nivel actual de digitalización de los centros españoles?
—Hay un antes y un después a partir del mes de marzo. Hasta entonces, la escuela pública estaba muy poco digitalizada. Solo había avances en conectividad, y en algunas comunidades también de dispositivos. Pero no había apenas cambios en contenidos, proyectos pedagógicos y planes formativos docentes. Eso hacía muy difícil trabajar en digital, porque solo con conectividad y dispositivos no es suficiente. En la Privada y la Concertada, al disponer de más recursos, sí que encontrábamos proyectos más digitalizados. Creo que todavía estábamos muy anclados al mundo analógico, sobre todo al libro de texto, una herramienta que ha sido muy útil pero que si no salimos de ahí tampoco tiene mucho sentido digitalizarse, porque implica un proceso y una manera diferente de hacer las cosas, no es solo cambiar de soporte.

¿Y después de marzo?
—Como siempre, de estos grandes terremotos surgen oportunidades, y afortunadamente para nuestro sistema educativo, los planes y el dinero que van a llegar de Europa van a estar muy centrados en digitalización y sostenibilidad. De los 16.000 millones de fondos Covid, 14.000 serán para sanidad y 2.000 para Educación. Entre las compras del Ministerio y las de las comunidades autónomas, va a llegar un millón de dispositivos a los centros. Por tanto, se abre una gran oportunidad, sobre todo para la escuela pública, en la que va a haber dinero y dispositivos, y que no podemos dejar de aprovechar.

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Se abre una gran oportunidad, sobre todo para la escuela pública, en la que va a haber dinero y dispositivos, y que no podemos dejar de aprovechar

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¿Qué deficiencias tiene nuestro sistema educativo?
—Para mí las principales deficiencias son la falta de visión, de formación, de incentivos y de recursos. No hay un liderazgo claro de hacia dónde queremos ir, está todo demasiado politizado y con una visión muy cortoplacista. Los profesores deben contar con una formación inicial y continua fuerte en competencia digital. Y luego hay que proveer de recursos con autonomía, con capacidad de que cada centro decida lo que quiere hacer.

Con todas las oportunidades que se presentan, ¿en qué debe basarse el plan de digitalización?
—Nuestra visión es que la digitalización tiene que ayudar sobre todo a personalizar. La tecnología te permite tener datos que sirven para detectar problemas de aprendizaje o fortalezas, y estas puedes fomentarlas y potenciarlas con un plan personalizado. Además, te ofrece herramientas de colaboración, como Teams, Google, Moodle… lo que permite mayor comunicación y flexibilidad.

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Es fundamental que los profesores y los centros se apoderen del currículo, porque es la única manera de que puedan llegar a personalizarlo

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¿Cuál es la propuesta que realizan desde aulaPlaneta?
—Cuando decidimos entrar en el sector escolar allá por 2012, nosotros construimos una propuesta sabiendo que nuestra gran fortaleza son los contenidos. Lo que hacemos es entender muy bien la realidad de un colegio y de sus profesores. A partir de ahí, vemos qué herramientas tecnológicas puede utilizar y ajustamos muy bien nuestra propuesta con contenidos muy atomizados, muy personalizables que los podemos ajustar a dos pilares: la metodología y la tecnología de cada centro. Al final, no ofrecemos un producto como un libro de texto que aquí te lo dejo y el año que viene nos volvemos a ver, sino que es un servicio que tenemos que ir trabajando todos los días.

En cuanto a los contenidos, ¿tiene que haber también un cambio en los currículos?
—No tiene sentido que en España tengamos 17 currículos. Y muchas veces han llegado a utilizarse como un arma arrojadiza y absolutamente politizada. Creo que es fundamental que los profesores y los centros se apoderen del currículo, porque es la única manera de que puedan llegar a personalizarlo en función de sus propios alumnos. Los docentes no pueden seguir atados a un currículo tan denso y tan estático. Y luego, el enfoque tiene que ser más competencial y menos de contenido puro y duro. Esa es la manera de aligerar el currículo y de hacerlo más flexible.

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La digitalización nos lleva a un modelo de aprendizaje nuevo, donde los alumnos aprenden mejor y facilitamos el día a día de los profesores, además a un coste mucho menor

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Son muchos los profesores que recurren a un modelo de clase magistral o tradicional, pero luego introducen alguna herramienta digital. ¿Hay que ir un paso más allá?
—Cada uno que haga lo que considere. Lo importante es que lo haga de manera coherente con su metodología, su contenido y con el perfil con el que quiere educar. Y subrayo la coherencia, porque si no vamos a cambiar el proceso, ¿para qué necesitamos introducir tecnología? Eso te va a traer problemas, porque es más fácil iniciar una clase mandando a los niños que abran el libro por tal página, que indicarles que enciendan la tablet, entren en tal web, se registren, etc. Lo que ocurre es que si queremos cambiar la manera de trabajar e ir hacia un aprendizaje más activo, con ese enfoque más competencial, tampoco podemos seguir trabajando con los libros de texto ni con las aulas huevera mirando todos los alumnos al profesor.

¿Cuáles son los retos de futuro?
—El gran reto es cambiar el proceso y no solo el soporte, porque el objetivo final es utilizar la digitalización para mejorar la eficiencia y la eficacia. La eficiencia significa ahorrar tiempo a los profesores y a los centros, y ahí la tecnología puede ayudar muchísimo. Y la eficacia significa mejorar los resultados de aprendizaje. El problema es que nos movemos en un sector superclásico, donde la administración no tiene gran voluntad de evolucionar y donde tenemos una industria tradicional, que es la del libro de texto, cuya política es defender el papel a cualquier precio. Y nosotros seguimos con una visión moderna y fresca de la digitalización del sistema educativo, que aplicamos todos los días en nuestras escuelas de negocio, universidades y escuelas de FP propias. La digitalización nos tiene que llevar a un modelo de aprendizaje nuevo, donde los alumnos aprenden mejor, facilitamos el día a día de los profesores y además a un coste mucho menor y de manera más sostenible para el planeta.

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