Los obispos lanzan su propuesta para que la clase de Religión deje de ser un "gueto"

En la víspera de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el papa Francisco, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, cree que se trata de una «buena oportunidad» para avanzar en un pacto educativo y que el Ejecutivo acoja la llamada que el pontífice «seguramente» le hará al respecto.

La reforma educativa que propone el Gobierno ha comenzado ya su tramitación parlamentaria y los obispos quieren que se tenga en cuenta su propuesta, que consiste en integrar en un área la enseñanza de religión confesional (no sólo la católica, sino también la de del resto de religiones presentes en la sociedad) y de una educación cívica y en valores «respetuosa con las perspectivas de todos». «Porque la tendencia es hacer de la clase de religión una especie de gueto situado en el horario en momentos extremos, sin que los alumnos que no van a clase de religión hagan nada», ha lamentado Argüello.

Para la CEE, el trato que actualmente se da a la clase de Religión «da la impresión de que se trata de una especie de favor que hay que hacer porque están firmados unos acuerdos entre la Iglesia y el Estado».

El portavoz de los obispos ha insistido en que las enmiendas presentadas a la reforma de la ley educativa «van en la línea de hacer de la clase de religión una especie de gueto», mientras que la propuesta de la Iglesia pasa por que la norma reconozca la importancia de un área que integre la Educación filosófica, moral, cívica y religiosa.

El presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y obispo de Lugo, Alfonso Carrasco, ha detallado que su propuesta contempla una asignatura en la que se enseñen valores comunes a todos. «No sería razonable convertirla en una asignatura en la que se enseñen los valores de los que en un determinado momento están en el Gobierno, porque no sería propio de un Estado aconfesional que no quiere educar en una ideología particular o en una religión «, ha señalado. Así, esta Educación en valores –proponen los obispos– debe hacerse desde el respeto a la conciencia de los niños, de su identidad, su mundo y su tradición y serán los padres los que indiquen ese «horizonte de valores» en los que se van a educar sus hijos.