La Comunidad publica instrucciones para la correcta ventilación de las aulas

La Comunidad de Madrid ha publicado un documento que recoge las instrucciones para la correcta ventilación de los centros educativos. Dicho texto ha sido redactado por el personal encargado de la Viceconsejería de Organización Educativa y “está basado en las recomendaciones realizadas recientemente en la Consejería de Sanidad”, tal y como expresaron a MAGISTERIO desde el gabinete de prensa de la Consejería de Educación de la región.

Como norma general, la Comunidad de Madrid recomienda la ventilación natural cruzada en los espacios cerrados para evitar la transmisión del coronavirus, así como la reducción de aforos y el uso de mascarillas.

“La ventilación cruzada consiste en abrir, a la vez, ventanas y puertas en lados opuestos para favorecer la renovación del aire interior con el aire exterior, sin necesidad de utilizar aparatos mecánicos, es decir, abriendo ventanas y puertas para provocar el flujo del aire”.

De igual modo, recomiendan mantener las puertas interiores de las aulas abiertas para fomentar la circulación de aire cuando las ventanas están cerradas.

“En este sentido, señalan que dado que los 15 minutos al inicio y al final de cada día (mañana o tarde) y en el recreo no son tiempo suficiente, es necesario abrir las ventanas y las puertas en los momentos en los que las aulas están ocupadas, en los cambios de clase, e incluso durante el desarrollo de la misma. Así, para saber cuánto tiempo es necesario tener las ventanas abiertas, se requiere calcular la concentración de CO2”

La Comunidad de Madrid va a transferir 1,5 millones de euros para que los colegios adquieran medidores de CO2 con el fin de conocer si la ventilación de las aulas es la adecuada. Así, el nivel del aire exterior es de 400 ppm (partes por millón), por lo que un valor entre 420 ppm y 800 ppm sería considerado como aceptable.

No obstante, en el caso de superar las 1.000 ppm, la ventilación sería obligatoria. Además, desde la Comunidad apuntan que no es necesario instalar un medidor en cada clase, ya que se pueden utilizar las denominadas ‘aulas testigo’ que permiten definir el comportamiento de la concentración para espacios similares en superficie y ocupación.

1. En el caso de los purificadores de aire, desde la Comunidad de Madrid expresan que esta solución es el último recurso y debe usarse solo cuando el resto no sea viable o sea insuficiente, es decir, la purificación del aire puede ser una solución en el caso de habitaciones sin ventanas practicables o cuando las aberturas practicables no son suficientes. 
2. En el caso de los filtros, la Comunidad advierte de que algunos aparatos no están dimensionados por las volumetrías que se requieren en las aulas, que un uso inadecuado puede ayudar a expandir el virus o que su eficiencia no está suficientemente probada.