¿Qué necesitan los alumnos para sobrevivir al siglo XXI?

Ocho centros educativos españoles que son pioneros, innovadores y rompedores en sus metodologías pedagógicas se han sumado a la red de Escuelas Changemaker de Ashoka, organización sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es fomentar el emprendimiento social y la idea de que todos somos agentes del cambio. Entre estas nuevas incorporaciones, se encuentra el CEIPS «Santo Domingo» de Algete, Madrid, por su «increíble apuesta por la tecnología y lo digital».  

Con el fin de conocer más a fondo el Proyecto de Escuelas Changemaker, desde MAGISTERIO hablamos con Simón Menéndez, director de la Estrategia de Educación y Jóvenes de Ashoka. «Lo que se busca a través de esta iniciativa es impulsar el cambio en el paradigma educativo, es decir, en el discurso y la conversación que existe sobre la Educación y, de esta manera, preguntarnos cuál es el propósito de la enseñanza y para qué estamos educando», expresó.

La premisa es sencilla: Educar no es simplemente enseñar algo a los niños y a los jóvenes, sino que va más allá. Así, Menéndez señaló que, constantemente, en los foros educativos se lanza una sencilla cuestión, pero que consta de un gran trasfondo: «¿Qué necesitan los niños y los jóvenes para sobrevivir al siglo XXI?». Una pregunta que, en palabras del experto, «denota una triste realidad, ya que se habla de cómo se pueden adaptar, de cómo pueden sobrevivir».

Desde Ashoka, consideran que es fundamental tener una visión más amplia de la situación y, al igual que es fundamental educar para subsistir y mantenerse, también lo es educar para transformar, es decir, «para que los alumnos aprendan y desarrollen las competencias necesarias que les permitan mejorar su entorno como changemaker, como agentes del cambio. Creo que es una de las cosas más importantes cuando nos preguntamos para qué estamos educando».

«Por ello –continuó–, las Escuelas Changemaker persiguen la unión de centros educativos para formar un equipo al que también se suman otros emprendedores sociales que trabajan en Educación y que comparten esa visión de querer que la Educación avance hacia modelos realmente prácticos que enseñen a los niños no solo a sobrevivir, sino también a adaptarse, para que puedan despertar ese potencial que todos tenemos y que sirve para contribuir al mundo, sea lo que sea a lo que te vayas a dedicar».

Para la organización, «todos podemos cambiar el mundo, todos somos agentes del cambio», de ahí su lema Everyone a changemaker. En la actualidad, son ya casi 340 escuelas las que forman parte de la red internacional de Ashoka, de las cuales, 20 son españolas. Más concretamente, en el caso de la Comunidad de Madrid, son Escuelas Changemaker el Centro de Formación «Padre Piquer», el IES «Miguel de Catalán» de Coslada y el CEIPS «Santo Domingo» de Algete.

Además, tal y como explicó Menéndez, todos los centros seleccionados comparten una serie de características que los convierten en escuelas inspiradoras que visibilizan y que pueden contagiar ese pensamiento de cambio. «Siempre se puede mejorar tu entorno y, para ello, es necesario apoyarse en una serie de habilidades como la empatía, la creatividad, el trabajo en equipo, el liderazgo o la iniciativa, es decir, en esas habilidades que llamamos changemaker».

De igual modo, Menéndez señaló que el pensamiento que promueven desde Ashoka no es ninguna «utopía educativa», puesto que ya está sucediendo en la realidad. «Este tipo de iniciativas son necesarias porque comunican un mensaje de que esto ya es efectivo y, aparte de las Escuelas Changemaker que seleccionamos, hay muchos más centros educativos en España que están llevando a cabo la misma tarea». 

En esta línea, también indicó que, gracias a estas propuestas, se muestran modelos que pueden iluminar a otros. «Al fin y al cabo, necesitamos ver historias que nos ayuden a imaginar un futuro del sistema educativo que responde mucho más a las necesidades que tenemos como sociedad y que, sobre todo, definirá también a la sociedad que tendremos». 

Y añadió: «Hay una necesidad de reimaginar los modelos educativos desde el propósito de la Educación. Esto debe ser una prioridad cuando estamos pensando en Educación, ya que es la manera de no desviarse y pensar solo en tecnología o en cosas instrumentales, más que en cosas prácticas que, no solo les permitan a nuestros hijos sobrevivir, sino que también les permitan mejorar esa realidad». 

Desde MAGISTERIO también hablamos con Óscar Centeno, director del CEIPS «Santo Domingo» de Algete, una de las nuevas Escuelas Changemaker. Centeno expresó que el proyecto pedagógico del centro se basa en la comunicación y en el desarrollo de iniciativas con el fin de darle la máxima autonomía posible al alumnado.

En este sentido, detalló: «Se pretende, sobre todo, convertirlos en personas proactivas, capaces de comunicar de forma eficiente sus ideas y de desarrollarse a través de todos los proyectos transmedia que tenemos en el centro, es decir, el periódico digital, la radio y los canales de televisión digitales».

Por último, Centeno manifestó que es muy positivo formar parte de la red de Escuelas Changemaker de Ashoka, puesto que «trabajamos con otros centros educativos que comparten la misma idea de transformación que nosotros, es decir, la idea de que la Educación puede cambiar el mundo y la idea de que los estudiantes han de tener un papel activo en el proceso de enseñanza del aprendizaje que, sin duda, repercute en esa mejora de la sociedad».

• La primera característica que tienen que tener las Escuelas Changemaker, según la organización sin ánimo de lucro de Ashoka, es, precisamente, compartir la visión ‘changemaker’, es decir, están orientadas a educar como agentes de cambio, despertando ese potencial en los alumnos a través del uso de pedagogías activas enfocadas en la acción.
• Otra característica es la innovación y la mejora educativa continua, es decir, todo lo que tiene que ver con el aprendizaje activo, con la participación de los alumnos en la toma de decisiones o en asumir responsabilidades. Además, dentro de esa innovación, las oportunidades de aprendizaje se dan más allá del propio centro, de las propias Escuelas Changemaker. El objetivo es pasar las fronteras y los muros de esos espacios de los propios centros, colaborando con muchos actores, ayuntamientos, agentes externos, entidades sociales o, incluso, hospitales, entre otros.
• Por otro lado, estas escuelas se caracterizan por su influencia, puesto que inspiran a otros centros educativos al ser muy activas y muy abiertas. Por ello, quieren compartir lo que están aprendiendo con el objetivo de transformar el paradigma educativo. Sus equipos, por lo tanto, son muy comprometidos y tienen esa visión de que el proyecto sea algo constante.
• A nivel pedagógico, casi todas comparten esa pedagogía centrada en la acción, la cual conecta con el mundo y con las necesidades de ese mundo. A través de un ejercicio de empatía con esas necesidades, los alumnos conectan el aprendizaje con el impacto social, con el servicio a la comunidad.
• Por último, desde la organización Ashoka manifiestan que otro de los principios que siguen, a la hora de seleccionar escuelas, es intentar representar la realidad que tiene la sociedad, por ello, cuentan con escuelas que están repartidas por toda la geografía española.