La falta de suministro eléctrico en La Cañada afecta a la Educación de los jóvenes

Un total de 39 organizaciones sociales solicitaron, a través de un manifiesto, –#ManifiestoCañada–, una respuesta urgente a la falta de suministro eléctrico que afecta a los más de 1.800 niños y niñas de los sectores V y VI de La Cañada Real Galiana durante más de 100 días. Desde MAGISTERIO, hablamos con Ricardo Ibarra, director general de Plataforma de Infancia, quien calificó de “extrema vulnerabilidad” la situación.

“Tenemos constancia de casos muy duros, debido a las bajas temperaturas y a la falta de calefacción. De igual modo, se están encontrando con muchos problemas para su vida diaria ante la falta de luz y el acceso a corriente eléctrica, lo que ha generado, a su vez, problemas en la Educación, ante la imposibilidad de hacer un seguimiento online de las clases o de trabajar desde casa”.

Asimismo, Ibarra explicó que, independientemente de los agravantes actuales, los niños y niñas de La Cañada ya sufrían una situación de desventaja social en el acceso a una Educación de calidad, puesto que, entre otros factores, carecen de recursos. “Es un entorno con unos grandes índices de exclusión social y, en algunos casos, cuentan con muchas dificultades añadidas fruto de la precariedad laboral de las familias o de los problemas en el propio barrio. No obstante, ahora, la situación es límite”.

En el manifiesto, las organizaciones indicaron que el Real Decreto Ley 37/2020 es “muy claro” con respecto a la protección que debe darse a los consumidores vulnerables durante el estado de alarma, “prohibiendo el corte de suministro eléctrico, incluso en el caso de que no pudieran acreditar la titularidad del contrato del suministro”. Además, también hicieron referencia al Pacto Regional por La Cañada Real Galiana, a través del cual “existe el compromiso, por parte de todas las administraciones públicas implicadas, de garantizar un adecuado suministro de energía eléctrica a todos los ciudadanos de La Cañada”.

Por ello, demandan que se prioricen las medidas excepcionales necesarias para el restablecimiento inmediato del suministro eléctrico a todas las familias afectadas. En el caso concreto de la Educación, Ibarra argumentó que las instituciones deben llevar a cabo una evaluación concreta de los casos para poder valorar qué niños necesitan una orientación, un refuerzo o un acompañamiento especial “y, sobre todo, deben ponerse en marcha políticas de prevención del abandono y el fracaso escolar. Por último, se debe priorizar la presencialidad en aquellos jóvenes donde el formato digital es prácticamente imposible ante esta situación”.