Anaïs Montero López: "El teatro te hace crecer, y eso siempre va a influir en tu futuro"

«El teatro te salva», asegura Anaïs Montero, la joven directora del grupo de teatro «Tachán» del IES «Clara Campoamor» de Móstoles (Madrid). Tras varios intentos, ella y su grupo han conseguido crear su propio proyecto teatral enmarcado dentro de su antiguo centro educativo.

Pregunta. ¿Cuál es tu relación con el teatro? ¿Cómo empezaste con esta actividad?

Respuesta.— Empecé con 4 años en el colegio representando La ratita presumida. Creo que como de pequeña me gustaba ser el centro de atención, esto era un poco lo mío. En el instituto estuve en el grupo “Clamor” y, cuando lo dejé como actriz, estuve como asistente de dirección. Después formamos el grupo «Tachán», pero vino una pandemia y nos estropeó el proyecto que hemos retomado ahora. Mi relación con el teatro es una relación de amor sin odio.

¿En qué momento surge la creación de Tachán? ¿Con qué fin?

—En el momento en que los antiguos alumnos de «Clamor» formamos una familia y decidimos que el teatro no se puede terminar una vez salimos del instituto. Creamos el proyecto hace muchos años, pero lo dejamos porque era incompatible con las vidas de cada uno y, en 2019, lo volvimos a retomar gracias al instituto. Nos proporcionó un sitio donde ensayar y seguir creando. El propósito fue seguir haciendo teatro juntos, seguir reclamando cosas a través de él.

Por tener un lugar de ensayo y, ¿por algún otro motivo decidisteis enmarcar el grupo dentro del instituto?

—Porque el instituto para nosotros ha sido una casa más, un hogar. Siempre nos han apoyado, nos han ayudado y hemos adquirido nuestro amor por el teatro gracias a él.

¿Por qué decidiste entrar en este proyecto como directora en vez de cómo actriz?

—Tuve mis dudas. Pero creo que ahora mismo puedo aportar más dirigiendo que actuando. Y porque mi compañero de dirección y yo siempre hemos tenido mucho feeling en escena y mucha mano para ello.

¿Qué prefieres, actuar o dirigir?

— Mentiría si dijese que dirigiendo, porque actuar es mi pasión. Me gusta más actuar pero dirigir me aporta otras cosas distintas y otro enfoque, un ojo más crítico. Es más costoso, tienes más responsabilidad, es diferente.

¿Cómo trabaja «Tachán»?

—»Tachán» trabaja siguiendo el método que hemos aprendido todos en «Clamor». Lo que pasa es que, al ser un grupo adulto, hay cosas que se modifican. Trabajamos creando nuestra propia obra mediante “improcreaciones”, que son escenas que crean los propios actores durante las sesiones y que luego se incorporan a la obra. Después se hace un hilo conductor, todo esto trabajando sobre un tema que nos dan, y lo que nazca.

¿Qué cambios ha supuesto la pandemia para el grupo?

—Bastantes. Para empezar a nivel técnico, tener que ensayar con mascarilla es un poco complicado porque el teatro requiere proyección de voz, vocalización, la expresión de la cara, y es bastante complicado. Y por otro lado el haber dado un parón cuando ya teníamos una obra creada nos tiró un poco para atrás. El Covid ha afectado bastante, pero bueno, ahora tenemos la oportunidad de crear otro proyecto y seguir para adelante.

¿Qué beneficios tiene el teatro para tus actores?

—El teatro tiene beneficios para todo aquel que lo realiza. Te aporta liberación, unión, trabajar en equipo. Cuando tienes un mal día el poder escapar un poco de todo aquello que te está haciendo daño, o incluso volcarlo, poder expresarlo. Creo que el mayor beneficio de todos es la liberación emocional y el bienestar. El teatro te sana.

¿Cómo se integra el proyecto en el ámbito educativo?

—Nosotros siempre trabajamos con un tema que nos da el centro y procuramos que todo lo que contamos tenga un componente crítico hacia cosas que no nos parecen bien, o que sí. De alguna manera expresamos cómo nos sentimos respecto a todo, a la sociedad, a nuestras vidas. Creo que el teatro educa y es importante saber lo que estás contando y cómo lo cuentas. Porque te puede ver gente a la que inspires o todo lo contrario.

El tema de este año es ‘Revoluciones’. Háblanos un poco de ello.

—El tema de este año nos está trayendo quebraderos de cabeza, porque es tan amplio y estamos en una época social complicada con la pandemia, lo que está sucediendo en el mundo, la política, etc, y, por ello, las revoluciones nos sugieren muchas cosas. Estamos trabajando con todos los tipos de revolución que a los actores y directores se nos ocurren que tienen que aparecer. Trabajamos un poco con todo.

¿Cuál es la parte más positiva de trabajar en grupo?

—Diría que cuando generas un vínculo mientras haces teatro habitualmente no te sientes solo. Y aprendes a que puedes contar con tus compañeros. Creo que la relación que se crea entre las personas que trabajan en el mismo grupo de teatro es diferente a todos los tipos de relación que hay. Es distinto. Es el apoyo, el compañerismo, tanto dentro de escena como fuera.

¿Qué valores trata de promulgar «Tachán»?

—Los valores siempre van a ir en la línea de la libertad de expresión. Que cada uno puede ser como quiera y expresar lo que quiera, amar a quien quiera. Lo que sea que sea una persona está bien, siempre y cuando no perjudique a otros. Rechazamos absolutamente cualquier tipo de odio, ya sea homofobia, racismo, lo que sea.

¿Consideras que haber hecho teatro puede influir positivamente en el futuro laboral de las personas?

—Sí. He visto a chavales con vidas muy complicadas que han salido adelante. No solo laboralmente sino también personalmente. Te hace crecer y eso va a influir en tu futuro. También a la hora de hacer una entrevista resulta mucho más sencillo expresarte. Son muchas aptitudes las que te aporta en tu vida en general.

¿Recomiendas a los jóvenes que prueben el teatro?

— Quizás meterse en un grupo no es para todos porque no todo el mundo se siente cómodo con ello, pero sí que recomiendo el teatro en general. Ya sea como espectador, como actor, o director. Lo que sea, porque el teatro salva en todas sus formas.