Ante el suspenso, ¿negociación?
Ante los suspensos la mayoría de los padres (65%) opta
por el diálogo y la negociación para tratar de que el
hijo entienda que sus resultados académicos son inaceptables
y hay que buscar una solución. Otros padres
se decantan por el sermón o el castigo.
Autor: M.S.E.
Un (70%) de los padres opina que la educación de los hijos es hoy más difícil que nunca. Esta actitud pesimista está más extendida entre las madres que entre los padres según el estudio «Padres e hijos en la España actual) recientemente publicado por la Fundación La Caixa.
Así, la mitad de las familias (50%) dicen estar abrumadas y sentirse impotentes, sobre todo, ante ante la importancia que han adquirido como agentes socializadores la televisión, los amigos o el ambiente de la calle, con los que compiten e incluso contra los que tienen que «luchar». Según el estudio además, al menos el 37% de los padres reconocen que ni vigilan ni incentivan a sus hijos en el estudio.
A ello hay que sumar un 11% que lo hace de vez en cuando, un 3% que lo deja para los fines de semana y un 4% que sólo lo hace cuando suspenden. Tan sólo cuatro de cada diez padres dice que se ocupa de forma continuada y perseverante del estudio de sus hijos.
AYUDA CON LOS DEBERES
Por otro lado, el informe considera la ayuda que los padres proporcionan a los hijos con los deberes como un indicador adicional de la implicación de las familias en la educación. Ahora bien, quienes más ayudan son los padres –normalmente sólo uno de ellos– pero también en una minoría de casos ambos y el recurso a profesores particulares o academias es más frecuente que la ayuda de los hermanos.
Hay un 31% de los escolares que no recibe ayuda, en su gran mayoría porque los padres señalan que «no hace falta». En esto, la proporción de hijos con suspensos entre los que han recibido ayuda alcanza el 50%. El informe puntualiza que el rendimiento de los escolares «deja mucho que desear, sobre todo, cuando más avanzan en el currículum educativo y a medida que van entrando en la adolescencia».
Un viaje, una moto, un juego de la Play… es la recompensa que esperan los alumnos por aprobar. La compra de regalos es una opción por la que apenas se decantan tres de cada diez padres (26%). La mayoría (59%), se decanta por una felicitación que es más educativa.