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Aprovechar el confinamiento para observar y prevenir la enuresis

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El confinamiento es una oportunidad única para compartir tiempo y observar a nuestros hijos e hijas. La observación es fundamental para vigilar determinados comportamientos y problemas que puedan tener nuestros hijos. Uno de ellos es la enuresis. O lo que es lo mismo, el escape recurrente de la orina durante el sueño en niños mayores de cinco años que, por edad, ya deberían ser capaces de controlarla.

Según datos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), la enuresis afecta al 16% de los niños de 5 años, a uno de cada diez niños de 6 años y al 7,5% de los de 10 años de edad, lo que implica que aproximadamente medio millón de niños en España padecen este problema. El confinamiento, el hecho de estar 24 horas al día siete días a la semana compartiendo vida con nuestros hijos, es según los expertos una oportunidad para conocer sus hábitos miccionales y detectar posibles problemas.

Explica el Dr. Ruiz de la Roja, jefe del Servicio de Urología del H. Santa Cristina de Madrid, Director del Instituto Urológico Madrileño  y presidente de la Asociación Española contra la Enuresis que la enuresis nocturna «suele ir acompañada de síntomas diurnos como urgencia o dificultad para orinar, pequeñas pérdidas de orina durante el día, o señales como cruzar las piernas y contraer la vejiga». En ese sentido, según el doctor, es importante estar atentos a esos síntomas, ya que si nuestro hijo orina más de tres noches a la semana nos encontraríamos «ante una enuresis que debe ser correctamente diagnosticada y tratada”.

“La cuarentena a la que nos está obligando el coronavirus es una buena oportunidad para observar estas conductas en los niños y comentarlo, cuando sea posible, con el pediatra para actuar tempranamente y prevenir posibles complicaciones”, indica el Dr. de la Roja.

La importancia de actuar a tiempo

La desinformación, la vergüenza de reconocer en público el problema y la falta de concienciación por parte de los padres -que frecuentemente piensan que se solucionará con el tiempo-, provocan que sea una patología altamente infradiagnosticada e infratratada. Según los expertos, diagnosticar correctamente ayuda, no solo a detectar la enuresis, sino a descartar otras posibles anomalías, como mal funcionamiento de la vejiga, hiperactividad vesical, hipertrofias de la musculatura vesical, problemas obstructivos o, incluso, poliuria asociada a la diabetes.

Un porcentaje nada despreciable de los niños dejan de orinarse en la cama cada año a partir de los dos años. La enuresis a partir de los 5 años tiene una tasa de curación alta pero los estudios dicen claramente que si intervenimos tempranamente sobre la enuresis, los niños dejan de orinar antes y las complicaciones de todo tipo que entraña padecerla son más leves y desaparecen antes.

Para el doctor “los castigos no ayudan en nada, por eso durante estos días debemos estar más cercanos al niño, trabajar el refuerzo positivo y  alabar sus progresos como las noches secas”.

La enuresis conlleva, además, factores emocionales olvidados muchas veces por las familias y los profesionales sanitarios, que pueden desembocar en una baja autoestima, dificultad para las actividades diarias o bajo rendimiento social y escolar y que pueden verse agravados en estos días con el desconcierto que provoca en los niños la situación de la cuarentena.

Algunos consejos durante estos días, que pueden ayudar a mejorar la situación son: hacer orinar al niño cada 3 horas como mucho, evitando que retenga la orina, reducir la ingesta de líquidos por la noche, evitar la cafeína, no poner pañal al niño ni despertarle durante la noche para que orine.

 

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