La paga media, casi 10 euros semanales
Según un informe, el 84% de los adolescentes recibe una paga regular. Los jóvenes de 11 a 17 años generan en nuestro país más de 8.640 millones de euros anuales en gastos de bolsillo, lo que les convierte en la generación más rica y con mayor poder adquisitivo de la historia de España.
Autor: María Miret García
Tras analizar los bolsillos de 3.000 chavales españoles de casi 200 centros educativos, el Foro de la Infancia y la Adolescencia concluye que más de ocho de cada 10 jóvenes de 11 a 17 años reciben una cantidad fija de dinero de forma regular.
El resto pide según necesidad, y sus demandas suelen ser atendidas.
Para muchos padres, asignar a los hijos una paga periódica en lugar de darles dinero cada vez que lo soliciten puede ser una buena forma de introducirles en el consumo responsable. Pero la decisión dependerá de cómo sea el niño. Para Carmen González, adjunta del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, “es importante que sepa calcular. A mayor grado de madurez, es mejor que se administre.
Si es menos autónomo tendrá que aprender a hacerlo globalmente, pero si es un mal administrador habrá que buscar otros métodos educativos”. El componente educativo es la clave: la paga “tiene que formar parte de la Educación integral y ser producto del diálogo entre padres e hijos, una relación basada en el entendimiento mutuo, pero no en la negociación”.
González opina que “a los más pequeños es más conveniente darles paga semanal para que vayan aprendiendo a organizarse para cuando adquieran autonomía”.
Otros expertos coinciden en que, hasta los diez años, la periodicidad puede ser semanal; después recomiendan la quincenal, hasta llegar a la mensual en la adolescencia.
Hay también quien cree que se puede comenzar a dar paga sobre los siete años. Según Carmen González, “no es aconsejable empezar a dársela muy temprano, porque de pequeños tienen cubiertas sus necesidades, así que sólo hay que darles dinero si lo necesitan; además, generalmente reciben dinero de sus abuelos, sus tíos… y pueden ir aprendiendo a administrarlo”.
¿CUÁNTO LES DAMOS?
Según el FIA, de los 11 a los 13 años, los preadolescentes españoles con paga semanal reciben una media de 7,8 euros, y los adolescentes de 14 a 17, unos 9,8. Los jóvenes que asisten a colegios públicos reciben mucho menos (8,8 euros a la semana) que los de colegios privados (12,4 de media). La Asociación Mundial de Educadores eleva esta última cifra hasta los 20 euros semanales.
González considera que la cantidad debe depender de la edad, el grado de madurez y la vida que lleve nuestro hijo: “habrá que hacer un cálculo de las necesidades del niño y de lo que se puede gastar en función de las actividades propias de su edad y de lo que cuesta la vida, si tiene que tomar algo a media mañana…”.
La lógica dicta que la paga debe dedicarse a sus pequeños gastos y no abarcar la comida, manutención, la ropa ni los materiales o libros escolares.
Para que resulte efectiva, se deberá establecer con claridad qué continuarán pagando los padres. El ocio y los caprichos deberán ser financiados por los hijos. La inversión en moda es uno de los gastos más discutidos: una solución es considerarlo un gasto compartido.
La adjunta al Defensor del Menor insiste en que se fomenten “actividades que sean estimulantes para los niños. Hay muchos recursos que aprovechar en nuestra sociedad:
la actividad al aire libre, el amor por la naturaleza, el ejercicio físico… hay que abrirles a otros tipos de ocio, despertar aficiones y no focalizar en la discoteca. Considero muy prematuro que tengan como única actividad las discotecas light”. González aconseja “orientarles a actividades más enriquecedoras y descubrirles otros mundos”.
– Regala a tus hijos una hucha para que vayan metiendo mínimas cantidades desde pequeños. El ahorro se cultiva desde las edades más tempranas.
– Antes de que puedan recibir sus primeras pagas, les puedes ir mandando pequeños recados como ir a comprar el pan, el periódico o alguna cosa al súper. Enséñales de forma gradual a elegir en función del dinero que tienen, sus necesidades y gustos.
– No uses nunca el dinero para premiar o castigar, por ejemplo poniendo precio a las notas: las obligaciones, como estudiar o ser ordenados, no suponen una compensación económica.
– No supedite la paga a que cumplan sus obligaciones en casa.
– Dales un dinero extra si su comportamiento ha sido bueno en aspectos que se quieren potenciar. Por ejemplo, si demuestra signos de autocontrol: si realiza una compra adecuada o se niega a comprar algo que no necesita.
– Y aunque te cueste, no les des un adelanto si se quedan sin efectivo por haber administrado mal la paga.