Un ‘business plan’ para mi familia
Gestionar un hogar no es fácil, sobre todo si hay que conciliar la tarea con una dedicación profesional exigente. Los servicios de consultoría doméstica, muy comunes en otros países, ayudan a las familias a organizarse mejor y, alguno de ellos, a gestionar la familia con flexibilidad, pero como si se tratara de una empresa. La idea es rentabilizar al máximo la economía, el esfuerzo y, especialmente, el tiempo que se dedica al buen funcionamiento del hogar.
Si se observan las actividades empresariales y comerciales más comunes desde la perspectiva del hogar, descubrimos que casi todas están al servicio del bienestar familiar: electrodomésticos, empresas de reformas, comercio textil, supermercados, servicios a domicilio, empleadas del hogar… En cambio, nadie se ocupa de la organización doméstica, ya que se supone que los padres y, especialmente, las madres son capaces de administrar su casa con éxito, con independencia del trabajo profesional que desempeñen.
La realidad es que muchas parejas tienen dificultades para conciliar trabajo y familia, a pesar de todos los servicios de que disponen y de las medidas que adoptan las empresas para facilitarlo (permisos parentales y de maternidad, guarderías, reducción de jornada laboral, etc). La consecuencia es esa sensación de intranquilidad que surge cuando alguien visita el hogar de forma inesperada o la simple idea de pensarlo cuando todo está patas arriba…
Estas necesidades llevaron a Mariángeles Nogueras a fundar en 1998 la empresa O.F.A. (Organización, Familia, Iniciativa) en Holanda. Se trata de un servicio de consultoría doméstica que enseña a las familias modos de organización del hogar similares a los que se aplican en las empresas. “El objetivo es ayudar a los padres a rentabilizar el presupuesto familiar, el esfuerzo y el tiempo para conseguir la paz familiar”, afirma Nogueras.
Puertas abiertas
Nogueras observa que “trabajamos fuera del hogar para mejorar nuestra calidad de vida pero, a veces, nuestras casas son un caos”. Falta gestión, no se cuidan los ratos en familia, hay desorden en las comidas y cenas… Paradójicamente, tanto el padre como la madre pueden ser trabajadores ordenados y responsables pero no aplican esas habilidades en sus hogares.
El servicio de consultoría doméstica de O.F.A. se presta a domicilio. Se visita el hogar para entrevistar a los padres y mantener una conversación sobre cómo se organizan y gestionan las tareas domésticas.
En esa entrevista se detectan los problemas de organización. Por ejemplo, “vemos que en muchos hogares hay un salón que es prácticamente un museo pero no hay un cuarto de estar para todos, así que cada miembro de la familia pasa casi todo el tiempo en su habitación, con lo que no hay forma de compartir ratos en familia”.
Además, el consultor doméstico observa los puntos fuertes y débiles de la gestión familiar, al estilo de los análisis de competitividad de las empresas. Y se va elaborando, en directo, un business plan con los puntos que hay que cambiar o reforzar, las tareas que se pueden delegar y su presupuesto. Se trata de un plan por escrito que contiene puntos de mejora adaptados a las necesidades del cliente. Por ejemplo, comprar una nevera con más capacidad para reducir el número de compras en el supermercado; ampliar el fondo de armario para optimizar la cantidad de lavados semanales o la conveniencia de delegar algunas tareas domésticas (limpieza, plancha).
Nogueras explica que lo más habitual es celebrar una única entrevista larga y luego mantener dos o tres encuentros más, según los casos, “ya que no necesitan nuestra ayuda continuamente”. Para esto está el informe escrito, que contiene cómo acometer el plan siguiendo una serie sucesiva de pasos y una jerarquía de prioridades.
Reconciliación
La directora de O.F.A. afirma que no conviene trabajar fuera del hogar si antes no se ha gestionado satisfactoriamente la casa. “Muchas personas se casan y ya está”, dice, pero la marcha del hogar necesita “meter la cabeza y desarrollar nuevas rutinas de trabajo y de gestión, como hacen las empresas”.
La experiencia del servicio de consultoría es muy buena, según Nogueras. “Vemos que la familia quiere vivir mejor, que se implica y que le gusta implicarse, con lo que los resultados son satisfactorios”, asegura. En muchas ocasiones, los pasos que hay que dar son muy sencillos. Nogueras dice que con cierta frecuencia el problema es de las mujeres: “A veces, somos muy perfeccionistas y acabamos acaparando tareas porque no nos gusta cómo las hacen los demás miembros de la familia. Es cómico y fácil de solucionar, pero hace falta un poco de sentido del humor para resolver problemas que no tienen mucha entidad”.
O.F.A. se fundó en Holanda, tiene una delegación en Granada y próximamente comenzará su actividad en Madrid. Según Nogueras, en Holanda trabajan siempre con empresas, ya que suelen contar con un presupuesto destinado a la formación de sus empleados. En este caso, la consultora imparte un curso a los trabajadores y, en ocasiones, también les visitan en sus hogares para diseñar un plan personalizado de organización familiar.
“Se da la circunstancia de que muchas personas disfrutan en Holanda de jornadas reducidas pero aún así hay mucho caos familiar”, explica. Las empresas holandesas han descubierto que la conciliación laboral y familiar ayuda a reducir las bajas por estrés. O, lo que es lo mismo, que las bajas tienen mucho que ver con la situación familiar. El orden en el ámbito privado repercute en los demás aspectos de la vida.
En España la situación es diferente, ya que la familia es un aspecto más importante socialmente. Nogueras afirma que ha notado que la concienciación de la sociedad española hacia la conciliación ha crecido exponencialmente desde 1998, sin embargo, se han dado pocos pasos decididamente útiles para ayudar a las familias.
Y la situación será más urgente en el futuro, “sobre todo si se cristaliza el objetivo de que en 2016 haya un 30% de mujeres en puestos directivos en las empresas de los países de la Unión Europea, como se está debatiendo”, dice. Esto supondría triplicar las cifras actuales de muchos países.
La consultoría doméstica, se convierte de esta forma en un servicio muy útil para las familias, y que ya han contratado para sus empleados empresas como la farmacéutica Roche e Ibercaja. O.F.A. celebra además numerosos congresos, seminarios y conferencias en colegios y universidades.
Principios empresariales
- Las ayudas públicas y las iniciativas empresariales (guarderías, reducción de jornada) no siempre son suficientes para conciliar trabajo y familia.
- El trabajo del hogar se puede profesionalizar utilizando los mismos principios que usan las empresas.
- Después de realizar un “análisis de competitividad” se pueden extraer las principales debilidades de la familia, que hay que contrarrestar, y los principales puntos fuertes, que hay que reforzar.
- La denominada autosuficiencia familiar no siempre es adecuada. A menudo, es necesario delegar tareas y recurrir a servicios del hogar que ofrecen otras personas.
- Una buena gestión del hogar gira en torno a cuatro principios: organizar, delegar, disciplina y flexibilidad. La flexibilidad sin disciplina genera desorden y la discipli
na sin flexibilidad puede asfixiar a la familia. - Todas las medidas que facilitan la conciliación laboral y familiar repercuten en beneficios de producción de la empresa. Por eso cada vez más empresas contratan cursos que ayudan a implantar esas medidas en los hogares de sus empleados.
- Gestionar el hogar como una empresa, mejorando la organización, ahorra tiempo y esfuerzo, y mejora la calidad de vida.
- El concepto bien entendido de igualdad debe permitir a la mujer ser diferente del hombre y decidir el modo de organizar su proceso laboral.
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Mi familia…
mi mejor empresa
Ediciones Internacionales Universitarias
Madrid (2007)
310 páginas
19€