Los editores andaluces, preocupados por la implantación de la nueva Ley de Educación
Para abordar esta cuestión se han reunido en la Federación Onubense de Empresarios (FOE) José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele); José Pazo y Jesús Contreras, vicepresidente y vocal, respectivamente, de la Agrupación de Distribuidores de Libros y Ediciones (Adile); y Juan Antonio García Villadeamigo, presidente de Federación Andaluza de Librerías (FAL). Estas asociaciones han reclamado una respuesta urgente de la Consejería de Educación, ya que a seis meses del comienzo del nuevo curso escolar, el sector «aún no tiene información completa acerca del proceso de implantación de esa ley y la que les llega, es confusa y poco precisa», ha informado la FAL en un comunicado.
Los editores han remarcado que el sector del libro está viviendo «una situación de incertidumbre al no disponer de información sobre la adaptación autonómica de la normativa curricular y, más aún, teniendo en cuenta que el próximo curso está prevista la aplicación del nuevo currículo en los cursos impares de las diferentes etapas educativas». «Han sido dos años muy duros para todo el sector librero debido a la pandemia, y han sido muchos los que se han visto obligados al cierre», han indicado desde la Federación Andaluza de Librerías. Esta entidad representa al 80 por ciento de las librerías que existen en Andalucía y los libros de texto suponen entre un 30 y un 40 por ciento de sus ventas; las librerías independientes emplean en Andalucía a 2,6 personas de media por establecimiento y las cadenas de librerías entre 10 y 20.
La implantación de la nueva Ley y, por consiguiente, la adquisición de los nuevos libros, «harán posible que cientos de librerías sigan ofreciendo a los andaluces estos puntos de agitación cultural que formamos la red de pequeñas y medianas librerías, en nuestros barrios, pueblos y ciudades andaluzas», han apuntado. La otra opción, han precisado, «es el cierre de esta red de pequeñas y medianas librerías andaluzas y por tanto una herida a la riqueza cultural, empresarial y de empleabilidad de Andalucía».