¿Cuáles son los estudios de FP con un cien por cien de inserción laboral?
El cien por cien de los alumnos de Caracterización encontraron un empleo en el primer año después de finalizar sus estudios.
Los ciclos Formación Profesional de Grado Básico con mayor inserción laboral en el primer año después de finalizar los estudios son los de Carpintería y Mueble, con un 75 por ciento; Mantenimiento de Vehículos, con un 67,73 por ciento; y Actividades de Panadería y Pastelería, con un 66,7 por ciento. En el caso de las titulaciones de Grado Medio, un cien por cien de los alumnos que estudiaron Caracterización consiguieron un empleo en el año siguiente a graduarse, seguidos de los que cursaron Mantenimiento de material rodante ferroviario, con un 95 por ciento de inserción laboral. En tercer lugar, están los alumnos del ciclo de Planta química, con un 91,7 por ciento, y de Equipos Electrónicos de Consumo, con un 80 por ciento.
En Grado Superior, los ciclos de Construcciones metálicas y Anatomía Patológica y Citología tuvieron el cien por cien de empleabilidad. También tuvieron una alta inserción laboral los estudiantes de Paisajismo y medio rural (90,9 por ciento) , de Gestión de alojamientos turísticos y Dirección de servicios de restauración (90 por ciento) y de Laboratorio de análisis y control de calidad (87,7 por ciento).
La media de inserción laboral de los estudiantes egresados de Formación Profesional en el periodo 2018-19, que es el último del que se tienen datos, fue del 69,1 por ciento.
Los estudios más populares
Las titulaciones de Formación Profesional más demandadas en el curso 2021-22, en el caso de Grado Básico, fueron las de Peluquería y estética; Informática y comunicaciones y Mantenimiento de vehículos. En Grado Medio, hubo más solicitudes para el ciclo de Cuidados auxiliares de enfermería; Sistemas microinformáticos y redes y los estudios de Gestión Administrativa. Por último, los estudios de Grado Superior más solicitados fueron Administración y finanzas; Educación infantil y Desarrollo de aplicaciones multiplataforma.
La apuesta del Gobierno regional por la Formación Profesional se ve reflejada en el aumento de plazas que se produce cada año y que supera ampliamente a la media de España. De hecho, se han incrementado en más de 40.000 desde el curso 2018-2019. Además, en los presupuestos de Educación para 2022, el programa cuenta con la subida más importante en términos porcentuales (126 por ciento), debido al crecimiento del número de alumnos, 30.000 en dos cursos, y los nuevos medios tecnológicos y pedagógicos puestos a su servicio, como recursos digitales, la educación a distancia o las aulas de emprendimiento.
Un pacto por la FP
La Federación de Enseñanza de CCOO Madrid y la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad) instan al Gobierno regional a ampliar la oferta pública de Formación Profesional, ya que el curso pasado 25.000 jóvenes se quedaron sin plaza en estos estudios (7.000 de Grado Medio y 18.000 de Grado Superior). «Es cierto que se han creado plazas de Formación Profesional en la Comunidad de Madrid, pero no en un número suficiente. El curso pasado se quedaron sin plaza 25.000 jóvenes. En algunas modalidades fundamentales de la rama sanitaria llegaron a quedarse sin plaza pública el 90 por ciento de los que la solicitaron», indica a Efe la secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín.
«La oferta de plazas públicas en Formación Profesional tiene que ser igual o superior a la oferta. De no ser así, no se está apostando ni por los jóvenes ni por la economía de la región», explica Galvín. La representante de CCOO llama al Gobierno regional a promover un pacto con los grupos políticos la Asamblea de Madrid y con los agentes económicos y sociales para impulsar la Formación Profesional como un instrumento estratégico para favorecer la creación de empleo y dinamizar la economía.
Evitar el abandono temprano
El vicepresidente de Adimad, Luis García Domínguez, señala a Efe que «es una realidad incontestable que cada año se produce una falta de plazas de Formación Profesional en los centros públicos», se quedan plazas vacantes, algunas de ellas con una alta empleabilidad, y hay un filtro que tiene que ver el territorio que lleva a los alumnos a elegir la plaza más próxima a su lugar de residencia o de trabajo para optimizar su vida.
Para García Domínguez, la Administración tiene dos tareas pendientes: ofertar más plazas de Formación Profesional en los centros públicos para acompasar la oferta y de la demanda y aumentar el número de orientadores en los institutos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato para informar a los jóvenes de las plazas que quedan vacantes, especialmente de aquellas que tienen una alta empleabilidad.
A su juicio, la Administración debe hacer un esfuerzo para garantizar una plaza de Grado Medio a aquellos alumnos de 16, 17 ó 18 años a los que les ha costado terminar la ESO y que no quieren estudiar el Bachillerato, porque si no pueden cursar el ciclo de Formación Profesional que han elegido en primera o en segunda opción engrosarán las cifras de abandono escolar temprano, con el título de ESO y sin ninguna cualificación profesional.
García Domínguez sostiene que, en estos casos, en los que los chicos se niegan a cursar unos estudios de Formación Profesional diferentes a los de su elección, los padres prefieren «de manera gravosa para su bolsillo» pagar la matrícula en un centro privado por un importe de 4.000 o 5.000 euros para que obtengan un título que acredita unas competencias profesionales y permanezcan en sistema educativo, donde pueden seguir aprendiendo, socializando y madurando en la toma de decisiones para encontrar un trabajo, seguir estudiando o buscar oportunidades para crecer en la vida profesional.